24.07.2017 / En campaña

El macrismo admitió saber "de antemano" que no tenía "los votos" para echar a De Vido, pero quería exponer a los que lo salven

Cambiemos quiere el dictamen de comisión contra el exministro de Planificación el martes y tratarlo al día siguiente en el recinto, pero perdería la votación por el rechazo del FpV y otros bloques. Negri reconoció que no tienen los "172 que voten afirmativamente".



Cuanto más se acerca el día en que la mayor parte de los argentinos elegirá sus candidatos en las PASO de agosto, más cosas se conocen que los políticos hicieron sólo para la campaña y que, de hecho, terminan reconociendo durante la campaña. Es el caso del presidente del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, que admitió que cuando tomaron la iniciativa de impulsar la expulsión de su par del FpV Julio De Vido sabían "de antemano" que no contaban con los votos necesarios, pero que lo hicieron "para poner en evidencia la inconducta" del exministro de Planificación y exponer a quienes que voten a favor de “salvarlo".

El macrismo convocó a la Comisión de Asuntos Constitucionales para firmar este martes el dictamen por la remoción del dirigente kirchnerista, con la idea de tratarlo en el recinto al día siguiente. Pero un grupo de bloques minoritarios ayudarían al Frente para la Victoria-PJ a rechazar la maniobra, en una definición donde cada voto vale oro y las ausencias son tan importantes como las presencias.

"Si están los 257 diputados sentados, no alcanzan. Hacen falta 172 que voten afirmativamente", explicó un Negri resignado. Y agregó: "Recién se va a saber el día del recinto porque como es una mayoría agravada de dos tercios de los presentes, juegan las presencias".

Según confirmó el dirigente radical en diálogo con Radio Continental, la abstención "no es neutra" y existe la posibilidad de que, durante la votación, el cuerpo decida que esa posición sea tomada como voto negativo.

No conforme, el radical reconoció también que en el macrismo estudian la posibilidad de que la Cámara no permita la posibilidad de abstenerse, como ocurrió en otras situaciones extremadamente puntuales. "No es un tema de imponer; está en el reglamento", indicó Negri.

"No es ponerle un crucifijo a nadie, sino que cada uno manifieste qué grado de responsabilidad política tiene el diputado y cómo se analiza esa conducta", lanzó el dirigente radical para intentar alejarse de la clara sospecha del objetivo político-electoral de la maniobra. En ese sentido, negó que el proceso de expulsión de De Vido tenga que ver con la campaña electoral, ya que "hay pedidos presentados desde hace más de un año".

En cuanto a la propia votación, el oficialismo llegó a un acuerdo con el Frente Renovador de Sergio Massa la semana pasada, al que luego se sumó el bloque Justicialista de Diego Bossio y Oscar Romero. Con esos apoyos y el del GEN, el socialismo, Libres del Sur y dos cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti, Cambiemos tendría -en caso de asistencia perfecta- una base de 150 votos a favor de la expulsión de De Vido por “indignidad moral”, figura que no existe ni en la Constitución Nacional ni en la Ley de Fueros, pero que fue la salida que encontró la alianza gobernante frente a la imposibilidad de ir por la vía del desafuero.

A contramano del macrismo, el Frente para la Victoria-PJ conseguiría rechazar el dictamen en el recinto con el apoyo de exdiputados propios, de bloques provinciales y hasta de la izquierda, que con el correr de los días fueron confirmando sus posturas. El Movimiento Evita, el Frente Cívico por Santiago, el Partido Obrero y el PTS, además de aliados como Carlos Heller y Omar Plaini, votarán en contra de la expulsión. Con esas manos, habría un piso de 93 votos, superando la barrera de un tercio, cuando se necesitan dos para aprobar la exclusión.