07.03.2018 / Cambiemos en clave 2019

Marcos Peña: “Ojalá los argentinos nos den un mandato más”

Ante banqueros, ejecutivos e industriales, el jefe de Gabinete ironizó sobre el "enamoramiento" que, según sus palabras, hay en el país hacia "las crisis", pero aprovechó la ocasión para iniciar el lobby público de cara a las presidenciales del año próximo. Positivismo, la "no crisis" del dólar, pelotas afuera en temas algidos de economía y corrupción, y la búsqueda de paz con la UIA.



En un momento en que los "tiros" no sólo vienen por "izquierda", sino que también llegan por sectores afines al Gobierno como el empresariado y algunos espacios conservadores y liberales, Marcos Peña sacó a relucir su poder, su perfil ultra M y, tal vez, sus ambiciones políticas, y ya dio por comenzada la carrera hacia 2019 apelando al voto de "los argentinos" con un "ojalá".

“Ojalá los argentinos nos den un mandato más”, lanzó el jefe de Gabinete ante un auditorio de banqueros, ejecutivos e industriales el Rotary Club de Buenos Aires, aunque luego intentó descatar una posible candidatura presidencial suya enfatizando en que "no está mal no querer" ser jefe de Estado. Todo ante la presencia de cinco embajadores que ahora son socios honorarios, funcionarios de la Ciudad y la Nación, y empresarios entre los que estuvo José Urtubey de la Unión Industrial Argentina (UIA) en plena tensión con esa cámara. 



Tras conocerse que los recibirá junto al ministro de Producción, Francisco Cabrera -el iniciador de la disputa con el establishment empresarial-, según Letra P Peña lanzó tres ideas rectoras: que la economía “tiene dificultades" y no son "ingenuos, pero es el período más grande de crecimiento en siete años”; que “no hay un enfrentamiento con los empresarios", sino que "hay excelentes empresarios" y "no son buenas las generalidades”; y el ya mencionado pedido de reelección para Mauricio Macri o Cambiemos en 2019.

En su análisis positivo al responder a la premisa del ciclo "Cómo veo a la Argentina", Peña sostuvo que el país está ante "el período más largo de crecimiento de los últimos años", que  van hacia "el equilibrio fiscal" y por "un sendero que a algunos les gustaría más rápido, y a otros no tanto, de baja de inflación".

Al igual que Macri en la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, hizo hincapié en "la revolución del turismo que se ha dado en todo el país, nunca hubo tantos turistas viajando, nunca hubo tanta gente en vuelos aerocomerciales", y repitió los desafíos PRO respecto a mejorar la salud, la educación, el sistema jubilatorio, la obesidad infantil y hasta las muertes de tránsito como pidió el Presidente el 1 de marzo.

Consultado respecto de si "hay un clima tóxico con los empresarios", en referencia al duro intercambio de críticas entre el Gobierno y la UIA, que pidió menos importaciones, quien es visto por el establishment como el hombre fuerte del Gabinete respondió: "No hay un enfrentamiento con los empresarios".

Sin embargo admitió que "hay algunos voceros que muchas veces piden 'consigan mercados, traigan inversiones' y al mismo tiempo dicen 'protegeme, cuidame'". Y recordó que durante la gestión anterior hubo "excelentes  empresarios que aun en los momentos más difíciles han levantado la voz contra la corrupción".

"Muchos han tenido temor pero no los juzgamos", reprochó luego elegantemente. Pidió “diálogo”, se mostró abierto a la charla con los CEOS, mientras desde sus oficinas ya convocaban a la UIA a una reunión en Casa Rosada para el próximo lunes. 
Con un intento de usar la "cintura" para eludir preguntas incómodas sin (tantas) alusiones al kirchnerismo, Peña gambeteó temáticas como el caso de Jorge Triaca, la salida de Alberto Abad de la AFIP, el patrimonio de su sucesor (Leandro Cuccioli) en el exterior, y las cuentas off shore el ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo.

En esa línea, defendió una vez más al "equipo" de ministros de las denuncias. "No venimos a quedarnos toda la vida ni a enriquecernos con el poder", sentenció.

Descartó diferencias con Abad e insistió con la teoría oficial acerca de que su salida de la AFIP responde a una necesidad personal del ex funcionario. "Es un ser humano extraordinario", lo describió, sin más alusiones profesionales. En tanto, sobre Cuccioli destacó que “es intachable en su conducta en el Estado".

Tras una floja exposición en cuanto al panorama económico que intentó levantar con emotividad, Peña chicaneó un supuesto amor de la ciudadanía nacional hacia los períodos de crisis: "Vivimos enamorados de la crisis, de la tensión. Pero eso no va a pasar".

Destacó que “ahora 3 de cada 4 puestos de trabajo que se crean son privados" mientras que "antes eran públicos", y hasta se animó a bajarle el precio a la escalada del tipo de cambio que, a pesar de una segunda intervención del Banco Central en tres días, no se desinfló: “No creemos que el dólar sea sinónimo de crisis. Son fluctuaciones normales. El anclaje cambiario se paga muy caro".



En la mesa cabecera (que esta vez fue una mesa redonda y no una mesa rectangular y larga como durante todo el año pasado) Peña estuvo acompañado por el presidente del Rotary, Luis Ovsejevich, y por su propio padre, Félix Peña, además de ex presidentes de los rotarios y de Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio, entre otros.

Entre los presentes estaban varios CEOS de peso, como el titular de la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), Claudio Cesario; Miguel Blanco, de Swiss Medical; Mauricio Bezzeccheri, de ENEL-Edesur; Enrique Cristofani, de Santander Río; Martín Cabrales; Gustavo Blanco García Ordaz, de Telefónica; el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla; y el cuadro que fue punta de lanza de la UIA en la semana de choque con el oficialismo, el salteño José Urtubey.