09.08.2018 / Crisis

Los 4 indicadores económicos que muestran que la "tormenta" no pasó

Caída récord en las ventas minoristas, el riesgo país alcanzó el nivel más alto en tres años, la industria nacional evidencia el mayor retroceso desde la crisis de 2002 y crecen las importaciones en distintos rubros como la indumentaria. El factor climático que eligió el Gobierno para hacer mención a la crisis económica parece que no pasará rápido.

por Leonardo Damián García




La "tormenta" económica que atraviesa el gobierno de Mauricio Macri parece ir empeorando cada vez más, si se tienen en cuenta los últimos indicadores que demuestran una caída en la producción y en las ventas, al tiempo que también crece la incertidumbre respecto a la capacidad de pago de deuda que pueda tener la Argentina.

El indicador del riesgo país que elabora la banca internacional JP Morgan vuelve a mostrar falta de confianza por parte de los inversores hacia el país. En este 2018 ya se disparó 300 puntos y alcanzó su nivel más alto en los últimos tres años, siendo cinco veces más alto que el de cualquier país emergente -grado al que fue ascendido Argentina hace pocos meses-.

En esta sintonía cayó el Merval (mercado de valores) en un 10% a lo que se suma un aumento en el valor del dólar que escala por encima de los 28 pesos. Es el primer aumento después de los cambios que Macri introdujo en el equipo económico y del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Esta semana también fue el propio Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) el que publicó un relevamiento a través del cual mostraba como la capacidad de la industria nacional llegaba a su porcentaje más bajo desde la salida de la convertibilidad tras la crisis de comienzos de siglos.

La utilización de la capacidad instalada descendió al 61,8% durante el mes de junio, el segundo nivel más bajo del año, lo que significó una caída de más de 5 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes de 2017. Es el registro más bajo desde junio de 2002 cuando fue del 55,4%.



En cuanto al consumo el juego meteorológico podría anunciar que a "la tormenta" se le sumó granizo, porque según informó la Cámara Nacional de la Mediana Empresa las ventas minoristas sufrieron la peor caída interanual en los últimos años. Además hay que resaltar que sucedió en el mes de julio que tiene fechas destinadas justamente para aumentar el consumo como las vacaciones de invierno y el Día del Amigo -que sólo logró mermar la caída en el rubro alimentos y bebidas-.

En tal sentido el panorama que plantean los comerciantes no es el más alentador para los próximos meses del año. Sólo el 37,5% de los consultados cree que las ventas repuntarán, mientras que el 37,3% no espera cambios y el 25,2% sostiene que continuarán cayendo.

El cuarto dato que expone que la tormenta no pasó viene de la mano de las importaciones, en el primer semestre en el rubro indumentaria subieron un 26,4%. También fue récord, ya que no se importaba en un volumen tan alto desde antes del 2001 según datos de la Cámara Argentina de la Indumentaria.

El registro de importaciones del sector entre enero y junio de 2018 es el más alto en 17 años
superando los primeros semestres de 2011 y 2017. Lo que más se importó en primeros seis meses del año fueron abrigos (29,29%), seguidos por pantalones (14,74%) y sweaters (14,70%). El principal país al que se le compra sigue siendo China.



Otro punto que afecta al sector es la perdida de empleo, desde el cuarto trimestre de 2016 se perdieron alrededor de 3700 puestos de trabajo. Desde la CAI señalaron que "las pymes de la indumentaria están muy preocupadas por las altas tasas de interés están ahogando a la ropa argentina. La financiación en cuenta corriente trepó al 46,7% anual. De este modo se complica la cadena de pagos y se suma otro factor que resta competitividad al sector".

El creciente riesgo país observado por las calificadoras de riesgos y los inversores extranjeros, la suba del dólar y el retroceso de producción en la industria nacional sumado a la retracción del consumo que afecta a las ventas minoristas y la ola importadora que sigue afectando a los productores locales se puede definir que la "tormenta" económica que el Gobierno dio por terminada todavía no finalizó.