Aparentemente y de cara al cierre del año, el Presidente dejó definitivamente la gestión en manos de sus ministros y la política en poder de sus espadas parlamentarias, que buscan culminar el período en el Congreso con el presupuesto y proyectos de ley vinculados a las telecomunicaciones aprobados. Es que
Mauricio Macri ya configuró su discurso en modo electoral: volvió a focalizar sus palabras en la herencia del kirchnerismo y repitió que está "listo para continuar si los argentinos" lo votan en 2019.
"Estoy listo para continuar si los argentinos creen que este camino del cambio vale la pena", aseguró el mandatario en diálogo con Radio FM Niquixao 97.1 de El Rodeo, provincia de Catamarca, en una entrevista en que remarcó que la cumbre del G20 de fin de mes será una nueva oportunidad para mostrarles a los líderes de otros países
“que esta Argentina cambió, que los argentinos queremos ser parte del mundo”.
No conforme, insistió con su clave electoral y disparos hacia el pasado, a casi tres años del inicio de su gestión:
"Estoy convencido de que es el único posible, de que la Argentina no puede volver atrás; no puede construirse sobre la magia, la mentira, la demagogia".
Curiosamente después de las críticas hacia el kirchnerismo, con
Cristina Fernández de Kirchner bien ponderada en la mayoría de las encuestas, y su pretensión de continuar al frente del Ejecutivo por cuatro años más, aclaró que todavía no es momento de enfocarse en la carrera electoral: "Estamos trabajando todos los días en un momento difícil, poniendo el hombro todos".
Metido en el inevitable tema de la crisis económica que atraviesa el país, Macri habló del ajuste que busca convertir en ley a través del presupuesto: "Estamos entendiendo todos que no podemos vivir de prestado, recibimos un gobierno con un presupuesto con un agujero muy grande, en el que se gastaba mucho más de nuestras posibilidades".
"Durante un tiempo el mundo nos prestó dinero, pero de golpe se cortó el crédito para la región, países emergentes que recibían mas de 100 mil millones pasaron a recibir 7.000; la Argentina necesitaba 30 mil millones solita", dijo el líder PRO, que cerró la idea echándole la culpa al clima por la crisis: "A eso hay que sumarle la
sequía y ahí se encuentra la explicación de lo que nos pasó en estos meses".
"Sufrimos esta depreciación de nuestra moneda del 100% que fue durísimo y generó tanta incertidumbre. Por suerte ahora vamos saliendo", agregó respecto de la devaluación, sin explicaciones, y terminó culpando a la corrupción de la presunta administración kirchnerista por el aumento de la pobreza que transita su mandato:
"Eso (los presupuestos públicos del último gobierno) trajo un proceso de corrupción muy grande en la Argentina que explica, y mucho, los niveles de pobreza que tenemos en el país".
