En medio de un mar de versiones que sugerían posibles salidas de dirigentes hacia el PJ, por un lado, y hacia Cambiemos, por otro, y mientras los tiempos para definir una estrategia electoral apremian,
los caciques de Alternativa Federal se reunieron en Córdoba y ratificaron que competirán con un frente propio y que la fórmula para las generales de octubre surgirá de las PASO.
El gobernador
Juan Schiaretti recibió este martes en su provincia a
Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto, con quienes consensuó cuator puntos básicos que regirán el funcionamiento interno de este espacio hacia las elecciones del 11 de agosto.
Urtubey y Pichetto fueron los más inflexibles respecto de la apertura del espacio. El gobernador salteño le dijo a Perfil que Alternativa Federal estará abierto para aquellos que quieran
“romper esta grieta que generaron el kirchnerismo y el macrismo y que tanto daño le ha hecho a la Argentina”.
Pichetto, en la misma línea, sostuvo que serán convocados todos los que tengan voluntad democrática, en clara alusión a la exclusión del kirchnerismo.
“No los que elijan con el dedo a los candidatos”, afirmó.
"En las boletas de octubre vamos a encontrar en el cuarto oscuro una de nuestro partido, que expresa a muchos argentinos que no quieren a este gobierno y tampoco quieren la vuelta del gobierno anterior. Yo voy a competir en agosto contra otros candidatos y quien gane va a representar a nuestro espacio", evaluó Urtubey luego de la reunión.
Massa, por su parte, pareció haber dato un paso más en su alejamiento de la chance de confluir con la fórmula de los Fernández -Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner- en el PJ, aunque insistió en que resta la definición del congreso del Frente Renovador.
"Es la quinta vez que lo contesto”, dijo enojado Massa cuando le consultaron si ratificaba su pertenencia a Alternativa Federal. El tigrense difundió a través de Twitter los cuatro puntos que acordaron, habló de la consolidación de Alternativa Federal, ubicó el origen del espacio en aquella interna con José Manuel de la Sota en 2015 y recordó que se enfrentó varias veces al kirchnerismo.
Sin embargo, causó confusión cuando resaltó su excelente relación con el precandidato presidencial del PJ y cuando ratificó la necesidad de un espacio amplio para terminar con “cuatro años de fracaso”, en alusión al macrismo.
Resaltó que la reunión sirvió para "consolidar Alternativa Federal" y que espera escuchar lo que digan los dirigentes en el Congreso del Frente Renovador, que se llevará a cabo este jueves.
"El congreso va a fijar posición y que candidaturas se van consagrar dentro del espacio", aclaró.
"Tengo el deseo de competir. Quiero ser presidente. Espero que el congreso (del FR) escuche mi planteo", sostuvo, alargando un poco más la espera de una definición sin chances de marchas atrás.
¿Y LAVAGNA?
A la misma hora,
Roberto Lavagna encabezó una charla en el Club Americano de Buenos Aires, donde ratificó sus aspiraciones presidenciales por una vía alternativa a la que promueve el peronismo no K.
El ex ministro, sostienen desde su entorno, sostendrá su candidatura a través de Consenso 19, el espacio que alberga unos pocos dirigentes peronistas, otros de la UCR, el GEN y el socialismo santafecino. En este contexto, intenta transmitir calma o, al menos, que no está nervioso ni depende de Alternativa Federal.
"Es politiquería", dice cuando lo apuran en busca de alguna definición sobre el resto de los referentes.
"Hubo una serie de indefiniciones sobre dónde van a quedar incluidos algunos actores en el proceso electoral, lo cual dificultó el proceso de unidad", repasó Lavagna al ser entrevistado por el periodista Jorge Rosales en un evento que organizó la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) en el Club Americano de Buenos Aires. No los mencionó, pero en los últimos días el precandidato expresó sus dudas sobre Massa, Urtubey y lo descolocó que el mandatario cordobés invitara a Daniel Scioli a unirse al espacio.
"Hay que priorizar la coherencia: no se trata de ganar una elección sino de gobernar. Siempre es mejor la unidad y el diálogo que la separación. El límite es ese, cuando más que una unidad hay un rejunte que termina siendo negativo", explicó el ex ministro de Economía.
