19.10.2019 / Elecciones en Bolivia

Evo busca seguir gobernando Bolivia para evitar un "desastre" como el de Macri en Argentina

Mañana se vota en el país vecino, donde su presidente llega a las elecciones en que busca su cuarto mandato consecutivo con logros económicos y sociales indiscutibles, hasta reconocidos por una oposición atomizada en ocho fórmulas que sólo ataca con institucionalismo. La campaña de Evo para eludir que su país siga el camino del "desastre" argentino PRO.



Sólo una semana antes de la definición respecto de quién ocupará el sillón de Rivadavia en la Casa Rosada por los próximos cuatro años, una elección tan trascendental como la local ocurrirá en Bolivia mañana, donde 7.315.364 de bolivianos y bolivianas estarán habilitadas para elegir, entre otras cosas, al próximo presidente, con Evo Morales en la búsqueda de su cuarto mandato con una mochila llena de logros económicos y políticos y la contundente idea de que es necesario evitar un triunfo opositor porque podría significar un "desastre" como el de Mauricio Macri en la Argentina.

Además de presidente y vice, en Bolivia se votará para renovar las 130 bancas de la Cámara de Diputados y los 36 senadores, en comicios que son analizados en el vecino país como los más difíciles para el actual mandatario desde su llegada al Palacio del Quemado, en 2006, y, además, que se exhiben como una muestra fundamental de la disputa de los modelos neoliberal y progresista de cara al futuro de América del Sur.

Es que por estos días, todos los países de la región que fueron gobernados estos años bajo una propuesta conservadora, con políticas de ajuste y en muchos casos sumergidos al endeudamiento y la imposición de condiciones del FMI, sufren graves crisis sociales, con aumentos de la pobreza y fuerte impacto inflacionario. Son los casos de Argentina, Perú, Ecuador y Chile.

En Buenos Aires, las manifestaciones fueron constantes, y su manifestación en las PASOS lapidaria. En Perú, se desató una crisis institucionales sin precedentes. En Ecuador, los tarifazos a los combustibles decididos por Lenín Moreno generaron caos en Quito y una crisis política gigante. En Chile, ayer los estudiantes y diversos sectores salieron a protestar contra Sebastián Piñera por los aumentos en el transporte.



En Bolivia, el oficialista Movimiento Al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) volverá a presentar a la fórmula compuesta por Morales y Álvaro García Linera, que competirán por un cuarto mandato luego de una polémica habilitación judicial. Por su parte, la oposición vuelve a presentarse dispersa y desunida.

En total serán ocho las fórmulas que intentarán destronar a Evo. La más fuerte y más importante será la que lidera el ex presidente y vicepresidente junto Carlos Mesa junto a Gustavo Pedraza.

A horas de los comicios, son dos las grandes dudas que rondan las calles de La Paz. La primera, si Morales podrá ganar en primera vuelta. Para eso, necesita alcanzar el 50% de los votos o superar el 40% con una diferencia mayor a diez puntos con su competidor más cercano. Según todas las encuestas, este último requisito sería el que cumpliría Morales, quien en los sondeos aparece con un 40% o 44%, superando a Mesa, quien llega a rondar el 25%. A pesar de estos números, las dudas todavía persisten. La segunda intenta determinar si el oficialismo podrá volver a conseguir la mayoría de dos tercios en el Congreso obtenida en las últimas elecciones del2014. A esta altura, la primera parece ser más probable que la última.

El argumento del espacio de Morales es inmejorable: sus propios logros obtenidos a lo largo de estos años. A pesar de las dudas que existieron cuando llegó a la presidencia, sus resultados económicos y sociales son indudables para cualquier ciudadano e, incluso, para cualquier candidato. Incluso ni los opositores se animan a decir que la actualidad de Bolivia es peor a la de 2005 y algunos ciudadanos se animan a decir que, a pesar de que no lo votan, ha sido el mejor presidente de la historia.

De hecho, durante estos meses, la discusión política no transitó por la economía, porque la oposición no tiene herramientas para ganarla. Por eso, recurrió al discurso institucional y democrático basándose en la nueva postulación del líder aimara.



En este marco, un spot que dio la vuelta al mundo de Evo muestra postales de una Argentina en crisis como lo que hay que evitar en las elecciones en su país: carteles de protesta por los aumentos en los servicios públicos y personas que duermen en la calle. “Los reflejos del desastre económico argentino, lo sienten las personas”, dice un argentino mientras una placa resalta que la inflación en el país es del 48 por ciento anual y hace foco en “el aumento de los precios de los alimentos”.

Y remata con una pregunta: “¿Quieres eso para Bolivia?”.