La discusión interna en Juntos por el Cambio entre los "dialoguistas" y los "núcleo duro" ya no sólo es pública, sino que es más bien abierta y explosiva. De hecho, hace un mes
Patricia Bullrich, presidenta del PRO y hoy mano derecha de Mauricio Macri, se autopercibió bajo el apodo de "halcón" en esa disputa e incluyó a
Horacio Rodríguez Larreta, dirigente opositor de mejor imagen en el país, entre los tildados de "palomas.
El rumor que corrió hoy desde medios periodísticos es que los últimos, el sector "dialoguista" de Juntos por el Cambio, buscaría de cara a las elecciones legislativas del año próximo ampliar su base y alejarse del perfil reaccionario que potencian los cercano a Macri, Bullrich y Miguel Ángel Pichetto.
Según la agencia Noticias Argentinas (NA), así,
la idea de ese espacio referenciado en el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y el senador por la Ciudad de Buenos Aires Martín Lousteau, es sumar a sus filas a dos peronistas y una antikirchnerista furiosa: el ex ministro del Interior y Transporte durante el kirchnerismo, Florencio Randazzo; el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; y la líder del GEN, Margarita Stolbizer.
Según pudo constatar NA, referentes de este sector aseguran que “no es un tema de electorado” ni de “cómo juntar votos”, sino que se trata de “una discusión hasta filosófica, de fondo”.
En ese sentido, consideran que la postura de Bullrich expresa una ortodoxia y dogmatismo que se expresó muy claramente en el gobierno de Macri y su resultado.
“En lo que nosotros insistimos es en la necesidad de hacer acuerdos con la mayor apertura posible. No vamos a lograr nada ni política ni gubernamentalmente si no buscamos más acuerdos”, explicó un dirigente del espacio en diálogo con NA.
Los tres vienen de situaciones distintas.
Stolbizer no jugó en las últimas elecciones, y antes tuvo una breve alianza electoral con Sergio Massa, cuando el actual titular de la Cámara de Diputados todavía estaba lejos de lo que luego sería el Frente de Todos.
Urtubey, en tanto, fue candidato a vicepresidente de la mano de Roberto Lavagna. Tras la derrota y la cercanía del lavagnismo con el Gobierno, se tomó una pausa política y se fue del país.
Randazzo, en cambio, no es pronunció políticamente en los últimos tiempos, pero un salto opositor parece difícil, si uno mira los movimientos del ex ministro en los últimos tiempos.
Es que en 2017 y antes de competir contra
Cristina Fernández de Kirchner en las legislativas de ese año, cuando la hoy vicepresidenta armó Unidad Ciudadana y dio inicio a la ampliación del peronismo que sacaría a Macri de Casa Rosada, Randazzo sonó para sumarse al macrismo y le cerró la puerta con una supuesta frase contundente.
“
No me voy a hacer puto de grande. ¿Qué tengo que ver con el PRO? Yo soy peronista, tengo una conducta, no soy un saltimbanqui. ¡Monzó no me va a decir a mí adónde tengo que ir! Ni en pedo, que no me jodan. No me ofrecieron ser parte de ellos, aunque sé que se corrió la bola”, habría dicho en una cena en enero de 2017 el ex ministro, según la revista Noticias.
Luego, en la campaña electoral,
Fernández hizo esfuerzos por sumarlo, cosa que no consiguió para cargos o candidaturas, pero sí para participar de actos de campaña públicos y con fotos. Sería extraño que después de recorrer la cuarta Sección Electoral -en la que más fuerte es- en la campaña que llevó al Frente de Todos al gobierno hace sólo 7 meses y con una pandemia en medio, Randazzo se pase al macrismo dialoguista.
