31.08.2020 / Irresponsabilidad en medios

El repudiable ataque de Juana Viale contra las personas que reciben asistencia social

Como si fuera que obtuvo alguno de sus trabajos por "meritocracia" o si hubiera sufrido alguna vez en su vida dificultades económicos, la nieta de Mirtha Legrand demostró una vez más su desprecio por los sectores vulnerables y, a la vez, que desconoce el funcionamiento del Estado: dijo que quienes "cobran" alguna ayuda social tienen "limitado el pensamiento".




Juana Viale, la actriz que actualmente ocupa el espacio en la pantalla de El Trece como reemplazo de su abuela, Mirtha Legrand, gracias a quien consiguió absolutamente todos los trabajos que desarrolló en medios, demostró una vez más su desprecio por los sectores vulnerables a la vez que su profunda ignorancia respecto del funcionamiento del Estado en su asistencia tanto a los desocupados como a los trabajadores registrados. 

En esta oportunidad y ante la incesante capacidad para producir escándalos mediante frases desafortunadas, la producción, que encabeza su hermano ligado al macrismo Ignacio Viale, armó una mesa de poca vinculación política con Gabriel Oliveri, Sol Pérez, Toti Pasman y Manuel Wirtz.

Sin embargo, ni así "Juanita" pudo escapar a su costumbre de decir barbaridades. En esta oportunidad se refirió a quienes reciben la asistencia estatal a través de los planes sociales. "Estructurar tu vida dependiendo del Estado, del IFE o la Asignación Universal por Hijo, o las otras que hay, te limita tu capacidad de pensamiento para salir a buscar un trabajo, porque tenés un ingreso ya", disparó, ante rostros de invitados que expresaban desconcierto. 



Esta afirmación generó un gran repudio en las redes, que bajo el hashtag #Mezasa, salieron a destrozar a la conductora, refiriéndose a su condición de nieta de Legrand, y del buen pasar económico de su familia. "Sin tu abuela no serían nada", fue una de las frases más leídas en esas publicaciones. 

Por otra parte, la nieta de Legrand debería informarse para conocer que los trabajadores registrados reciben, a través de las asignaciones familiares, recursos públicos por cada hijo, y esos fondos no salen de las empresas privadas en las que se desarrollan sino de las arcas del Estado.