12.02.2021 / Judiciales

Ordenaron la prisión preventiva para el marido de Píparo y seguirá detenido por doble tentativa de homicidio

Luego del pedido de la fiscal y con una gran cantidad de pruebas en contra del acusado, la jueza Marcela Garmendia decidió que Juan Ignacio Buzali permanezca en la cárcel acusado de haber intentado asesinar a los dos jóvenes que transitaban en moto en Año Nuevo. El esposo de la funcionaria PRO pasará de la alcaidía platense a una prisión bonaerense.



Pésimas noticias para Carolina Píparo, la funcionaria platense y legisladora de Juntos por el Cambio: su marido, Juan Ignacio Buzali, seguirá detenido pero ahora bajo la figura formal de la prisión preventiva, por lo que además pasará de una alcaidía en La Plata a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense

Fue por decisión de la jueza de garantías de La Plata, Marcela Garmendia, que dictó la prisión preventiva para Buzali, detenido acusado de doble tentativa de homicidio, luego de haber perseguido y atropellado a dos jóvenes motociclistas en La Plata en Año Nuevo, bajo el pretexto de haberlos confundido con dos "motochorros" que los habían asaltado a él y a Píparo más de una hora antes.

El fallo se dio tras un pedido de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, titular de la UFI N° 17, en la causa en la que Buzali está imputado por doble intento de asesinato. En su decisión, la magistrada pidió al Servicio Penitenciario Bonaerense que encuentre cupo para Buzali, hoy detenido en la alcaidía Roberto Pettinato de La Plata. Por otra parte, se inició un nuevo expediente para decidir si se otorga o no una morigeración como la prisión domiciliaria.

En su declaración indagatoria, el esposo de Píparo afirmó que “lo que pasó fue un infortunio y un accidente”, que jamás quiso lastimar a nadie, y que al momento del hecho estaba “nervioso, abrumado y temeroso”, pero no enojado ni alcoholizado.

En cambio, para la fiscal, Buzali conducía a “toda velocidad”, embistió “de lleno” a las víctimas sin que se advirtiera “ninguna maniobra de esquive”. Esto es lo que, además del relato de los testigos, se observa en diferentes filmaciones, tanto de cámaras de seguridad del municipio como privadas, en las que se ve al vehículo en que viajaban el acusado y Píparo moverse a alta velocidad siempre detrás de las motos -al contrario de la declaración del encarcelado- y durante al menos 15 minutos.

Luego chocó a una de las motocicletas, provocando lesiones a las dos personas que iban en ella, y la arrastró durante casi cuatro cuadras, para luego huir hasta un puesto de control al que casualmente se dirigieron dos funcionarios municipales que trabajan con Píparo. 

En la resolución para resolver la detención semanas atrás, la jueza Garmendia había sido muy dura con Buzali, al asegurar que obró “sin importar las consecuencias de su accionar y con claro desprecio por la vida ajena y debiendo representarse el resultado muerte”.

En un documento posterior, la fiscal aseguró que Píparo “ha participado en el hecho al menos arengando a su esposo a abandonar a las víctimas a su suerte”, aunque la diputada de Juntos por el Cambio y funcionaria platense permanece sin ser imputada tras un pedido de la querella, que pidió que se la acuse de incumplimiento de los deberes de funcionario público al no pedir auxilio para los jóvenes atropellados, más siendo titular de un área municipal dedicada a la asistencia de víctimas.

“Respecto del momento del atropello, Buzali manifiesta que intentó esquivar a los motovehículos que se encontraban frente a él. Sin embargo, teniendo en consideración los daños ocasionados tanto en su vehículo FIAT 500 como en la motocicleta colisionada, me impide creer que el encartado haya, siquiera, intentado realizar maniobra distinta a la que se describe en la materialidad ilícita. Tampoco resulta creíble el hecho que no tuviera posibilidad de realizar otra maniobra, ya sea frenar, detenerse o retroceder su vehículo, debido que el impacto ocurrió a poco metros de la intersección de la calle 39″, aseguró la jueza en su nueva resolución para determinar la prisión preventiva.

Y concluyó: “A su vez, resulta llamativo que no tuviera miedo o mínimamente conciencia de su autopuesta en peligro al momento de iniciar la persecución contra los sujetos responsables del robo con arma de fuego, pero sí sentir temor por su vida (“nervioso, abrumado y temeroso”) posteriormente al hecho objeto de investigación, lo cual lo llevó a no detener su automóvil y retirarse del lugar del hecho, sin asistir a las víctimas de autos”.

“Por último, Buzali tampoco advirtió, posteriormente al choque, que llevaba debajo de su vehículo al motovehículo marca Honda modelo XR250, ni que ello generaba gran cantidad de chispas durante su arrastre, como lo describen varios testigos. Sin embargo, sí advirtió en todo momento que tres motovehículos lo perseguían”, finalizó Garmendia.