06.06.2025 / PRÓXIMO FBI

Bullrich impulsa una cautelosa y ambiciosa reforma en la Policía Federal

El Gobierno avanza con un rediseño integral de la PFA para convertirla en una fuerza federal de investigación criminal. La iniciativa ya está vigente, declara la emergencia en la institución y se inspira en modelos como el FBI y la policía brasileña.





En silencio y sin grandes anuncios, el Gobierno nacional puso en marcha una reforma de fondo en la Policía Federal Argentina (PFA). A través de un decreto presidencial publicado en el Boletín Oficial, se derogó la vieja Ley Orgánica de 1958 y se estableció un nuevo marco normativo que apunta a transformar por completo el perfil operativo de la fuerza. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Seguridad que lidera Patricia Bullrich, busca redefinir a la PFA como una “policía líder en investigación proactiva”, con foco exclusivo en delitos complejos y en la desarticulación de organizaciones criminales.

Con esta nueva legislación, la PFA dejará de tener competencia en el patrullaje y la prevención de delitos comunes dentro de la Ciudad de Buenos Aires, función que ya se había transferido en gran parte a la Policía de la Ciudad. El nuevo esquema concentra el trabajo federal en tareas de inteligencia criminal, investigaciones de alto perfil y protección de objetivos sensibles.

Así, la estructura jerárquica se reorganiza en torno a agencias especializadas y superintendencias temáticas. “Es necesario modernizar y reducir la estructura para que la Policía responda mejor a su misión principal”, afirma el texto oficial.

El decreto también declara el estado de emergencia en la fuerza durante dos años, una medida que habilita contrataciones directas y reasignación urgente de recursos, señalando que la PFA “arrastra décadas de desinversión”. Además, abre la puerta a rediseñar el perfil del personal, limitar el cupo de suboficiales y establecer un nuevo sistema de ingreso que incorpore profesionales universitarios graduados. “Buscamos una fuerza más competente, motivada y capacitada”, explica el documento.

Entre las nuevas funciones asignadas a la Policía Federal se incluyen la investigación de delitos federales, la protección de funcionarios nacionales y diplomáticos, la seguridad en fronteras y aeropuertos, la persecución de prófugos, el control en espacios digitales y la posibilidad de realizar requisas sin orden judicial en determinados casos. La normativa ya está vigente, aunque su implementación será evaluada por el Congreso a través de la Comisión Bicameral Permanente, que debe pronunciarse sobre la validez del decreto presidencial.

Cabe mencionar que la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, tomó como referencia al FBI de Estados Unidos y a la Policía Federal de Brasil. Por tanto, estableció un nuevo Programa Presupuestario de Modernización que será financiado con el ahorro que genere la reducción en la incorporación de nuevo personal.

Otro de los cambios centrales es la jerarquización de la Dirección General de Inteligencia Criminal, que tendrá a su cargo la gestión de información sensible. Bajo la renovación, Ricardo José Ferrer fue designado como nuevo titular.