Dylan, el perro collie que se volvió parte del paisaje político durante los cuatro años de gestión de Alberto Fernández, murió luego de atravesar un largo período de complicaciones físicas. El ex presidente confirmó la noticia este miércoles y lo despidió con un mensaje cargado de afecto en su cuenta de Instagram.
El animal había acompañado a Fernández durante toda su estadía en la Quinta de Olivos y, tras dejar el gobierno, vivía junto al ex mandatario en el barrio porteño de Puerto Madero. Según trascendió, tenía un paseador que lo sacaba diariamente y en los últimos meses se lo notaba desmejorado y con dificultades para moverse.
“Aunque tal vez nunca te lo dije, siempre esperé que llegaras. Fuiste parte de mi vida, dándome lealtad, alegría y ternura. Me regalaste una amistad incondicional que solo algunos humanos me han dado”, expresó Fernández en su publicación, donde repasó la convivencia cotidiana con su mascota. El mensaje recordó momentos de “silenciosa paz” y otros de “alegría y bullicio” compartidos durante su mandato.
El ex presidente también habló del deterioro de los últimos meses y del dolor por la pérdida. “En los últimos meses te fuiste apagando y hoy, con mucho dolor, te despido. Dylan, mi entrañable amigo, gracias por tanto amor, que creo haber correspondido”, escribió antes de cerrar con un mensaje íntimo: “Ahora correrás en algún paraíso en el que, seguramente, volveremos a encontrarnos. ¡Hasta siempre, amado Dylan!”.