Una imagen difundida en redes —en la que aparece un funcionario nacional frente a un emblema del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos— reavivó versiones sobre la reforma migratoria que el Gobierno prepara puertas adentro. Según trascendidos legislativos y fuentes vinculadas al Ministerio del Interior, la Casa Rosada impulsa un rediseño profundo de la política migratoria basado en el modelo estadounidense, con eje en mayor control, endurecimiento administrativo y creación de una policía específica.
La iniciativa incluiría una fuerza propia con facultades de detención, retención y deportación acelerada de personas consideradas inmigrantes “ilegales”, replicando el esquema de la agencia ICE en Estados Unidos. El proyecto, aseguran, avanza bajo el paraguas del alineamiento político con Washington y forma parte de las exigencias del nuevo acuerdo de cooperación bilateral firmado semanas atrás.
La propuesta se enmarca en el giro ideológico del Ejecutivo, cada vez más alineado a las políticas de seguridad interna de Estados Unidos, y refuerza el rumbo restrictivo que Milei impulsa hacia los sectores más vulnerables de la región.