01.12.2025 / DECLARACIONES

Gollán cuestionó el acto antivacunas en Diputados, lo calificó como "bochornoso" y alertó por su impacto sanitario: estado "ausente"

El médico y diputado alertó sobre el impacto del discurso antivacunas en la caída de coberturas en un contexto con muertes evitables, reaparición de enfermedades y un Ministerio de Salud “ausente”.




El acto antivacunas que se realizó el jueves pasado en la Cámara de Diputados encendió nuevas alarmas en el ámbito sanitario y legislativo. La actividad, impulsada por la diputada del PRO Marilú Quiróz, aliada del oficialismo, y habilitada por el presidente de la Cámara, Martín Menem, reunió a activistas, expositores sin respaldo científico y personajes que viralizan contenidos en redes sociales, en un contexto donde la vacunación infantil en Argentina cayó a su piso histórico.

A pesar de las advertencias de especialistas, sociedades médicas y diputados de bloques opositores, el encuentro se llevó adelante en el Anexo A. Desde el comienzo quedó claro que no habría debate: predominó la difusión de mitos, afirmaciones sin sustento y escenas insólitas, como la participación de un hombre que se quitó la remera para demostrar que varios objetos metálicos “se le pegaban” al cuerpo por una supuesta reacción adversa de la vacuna contra el Covid-19. La explicación científica, basada en la tensión superficial de la piel, fue desestimada por los organizadores. Más tarde, usuarios recordaron que el mismo protagonista había realizado un truco similar en televisión en 2014.

Entre las voces más críticas se ubicó el médico, diputado y exministro de Salud de Nación y Provincia, Daniel Gollán, quien calificó lo ocurrido como “una señal gravísima” en un país que enfrenta brotes de enfermedades ya controladas y muertes evitables por falta de vacunación. “Un hecho bochornoso. Uno siente mucha vergüenza ajena porque se está haciendo en la Cámara de Diputados de la Nación un espectáculo surrealista con gente con el torso desnudo que se pega cucharas, metales. Pseudo científicos que hablan de estudios donde participan 30 personas y sacan conclusiones en contra de toda la evidencia científica disponible a escala mundial. Pero lo más preocupante es que este tipo de actividades hace que un sector de la sociedad empiece a dudar de las vacunas en un momento donde a nivel mundial hay un problema por este accionar de estos grupos antivacunas”, afirmó.

Gollán advirtió que el escenario sanitario ya refleja las consecuencias de la desinformación y de la falta de políticas públicas activas. Apuntó en particular al rol del Ministerio de Salud de la Nación: “Tenemos un Ministerio de Salud de la Nación que no colabora en nada para contrarrestar esta prédica, sino todo lo contrario. Muchas veces faltan vacunas, no se compran a tiempo. La gente va a vacunar a los chicos y se encuentra con que faltan vacunas. Se pierden oportunidades que hacen que se pierda nivel de cobertura contra distintas enfermedades”.

El diputado describió como “alarmante” la caída de coberturas y vinculó ese deterioro a situaciones que ya habían sido erradicadas. “Es alarmante la situación con determinadas vacunas. La falta de vacunas y de campañas de prevención nos lleva a que tengamos otra vez chicos muriéndose por tos convulsa y que tengamos sarampión circulando nuevamente después de haber tenido zona libre de esa enfermedad durante décadas”, señaló.

Según su análisis, los números reflejan una crisis ya en marcha. “Llevamos 7 chicos fallecidos por no estar con la defensa adecuada a través de la vacuna. Yo le digo a esta gente que pregona esto y al Gobierno que lo avala que ahí hay una responsabilidad. Se está incumpliendo la ley del cronograma nacional de vacunas y se está haciendo una apología a cometer delitos. Yo no sé por qué no actúa la justicia de oficio. Hay una ley que dice que la población debe vacunarse, y hay gente que le dice a la población que no se vacunen, eso es un delito. Pero en este país la justicia es rápida para unas cosas y lenta para otras”. También cuestionó la falta de respuestas institucionales frente a los discursos que, según planteó, tienen consecuencias directas en la salud pública. “No sé quién se hace cargo ni si esta gente es consciente de que está produciendo muertes”, remarcó.

El legislador enmarcó estos fenómenos en un contexto global dominado por la desinformación y la posverdad. “Estamos en el mundo de la posverdad. Hoy es difícil discernir qué es verdad y qué no. Se difunden infinidad de fake news entre millones de personas y después, cuando se comprueba que es mentira, eso no le llega a la mayoría”. En un tramo crítico hacia el sistema político, recordó que este tipo de discursos incluso convive dentro del propio Congreso. “Hay una diputada que dice que la Tierra es plana”, ejemplificó.

El diputado vincula estos episodios con una disputa de fondo que, según sostiene, excede lo sanitario. “Es la batalla cultural por el sentido común. Quién instala en la mayor cantidad de poblaciones el sentido común de la sociedad. Hoy tenemos una sociedad donde vemos gente echada de una fábrica que lo justifica porque sostienen que es el esfuerzo por el que hay que pasar mientras se descargan una aplicación para hacer viajes en autos o repartir alimentos”, señaló.

Para Gollán, estas dinámicas responden a una estrategia diseñada desde sectores con capacidad económica y comunicacional. “Estamos viviendo un mundo donde la generación del sentido común por parte de aquellos que tienen un enorme poder y potencial para hacerlo, tienen todas las herramientas económicas, comunicaciones, para hacer una manipulación cognitiva masiva que después también impacta en las elecciones”.

Según su mirada, quienes buscan oponerse a ese modelo deben revisar sus propias debilidades. “Quienes pensamos que esto no debiera ser así tenemos que ver qué tenemos que hacer para poder contrarrestar ese arsenal de manipulación que tiene claros intereses atrás. Son los intereses de aquellos que hoy plantean que el mundo debe estar dividido entre los que tienen posibilidades de acceder a determinados tipos de servicios, bienes y calidad de vida y los que no, los que tienen un discurso individualista donde el que gana gana y el otro se muere o se embroma”.