La industria de electrodomésticos evidenció un quiebre severo en los últimos meses, con consultoras y datos oficiales que dieron cuenta de una demanda sostenida pero abastecida casi exclusivamente por importaciones,
mientras la producción nacional quedó en mínimos y el empleo retrocedió de manera acelerada.
Desde el INDEC alertaron que la actividad manufacturera cayó 4,4% desde el inicio de la gestión de Javier Milei, así como que retrocedió otro 4,1% frente al pico de noviembre de 2024, con siete de las diez divisiones principales en baja, especialmente aquellas golpeadas por la apertura comercial como textiles, autos, metales y maquinaria y equipo.
En este último rubro se concentra la fabricación de electrodomésticos, que, de acuerdo con Analytica, se ubica “23% por debajo del promedio entre 2016 y 2023”, pese a que el consumo se mantuvo firme gracias al crédito y al freno de precios causado por el ingreso masivo de productos del exterior.
Las importaciones de heladeras y lavarropas crecieron 387,1% y 924,2% interanual entre enero y octubre de 2025, según la misma consultora, l
o que permitió cubrir la demanda y, al mismo tiempo, desplazar a la industria local, como reflejó el cierre de la planta de Whirlpool en Pilar y el despido de 220 trabajadores. A la par, el sector perdió 1.316 empleos entre fines de 2023 y el primer trimestre de 2025.
Economistas consultados por Ámbito coincidieron en que la discusión de fondo pasa por revisar productividad y tecnología, pero advirtieron que la actual tensión entre precios más bajos y caída del empleo industrial se profundiza, al tiempo que multinacionales como Whirlpool anuncian que limitarán su presencia en el país a la venta de productos importados y servicio técnico.