
El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, explicó en conferencia de prensa los alcances del plan de profundización del esquema de agregados monetarios que la entidad monetaria anunció este lunes. "Entramos en una fase de la economía que va a estar caracterizada por el crecimiento económico y la remonetización de la económica", aseguró.
Uno de los ejes del anuncio fue el régimen de flotación cambiaria entre bandas. Bausili precisó que, desde 2026, el techo y el piso de la banda de flotación evolucionarán mensualmente al ritmo del último dato de inflación informado por el INDEC, con un rezago de dos meses. Al no ajustarse por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda se incrementará en términos reales con el paso del tiempo. Según explicó, este esquema busca preservar la función de las bandas como ancla frente a movimientos abruptos y extremos del tipo de cambio. "Es un aporte para la reducción de la incertidumbre", manifestó.
En materia de reservas, el titular del BCRA confirmó la puesta en marcha de un programa de compra preanunciada de divisas, alineado con la demanda de dinero proyectada para 2026. El escenario base contempla un aumento de la base monetaria del 4,2% actual al 4,8% del PBI hacia diciembre del próximo año, lo que podría ser abastecido mediante compras de hasta u$s10.000 millones, siempre sujeto a la oferta de flujos de la balanza de pagos. En un escenario de mayor re-monetización, con un incremento adicional de la demanda de dinero del 1% del PBI, las compras podrían alcanzar los u$s17.000 millones, sin impacto inflacionario, afirmó Bausili.
El presidente del Central remarcó que la política monetaria mantendrá un sesgo que evite esfuerzos sostenidos de esterilización, siempre que la demanda de dinero evolucione según lo previsto. En caso contrario, advirtió que la autoridad monetaria adoptará las medidas correctivas necesarias en línea con el programa económico.
Otro punto destacado fue la liquidez del mercado de cambios. El programa de acumulación de reservas, explicó, será compatible con el volumen diario operado en el mercado. En una primera etapa, las compras se alinearán con una participación aproximada del 5% del volumen diario, con flexibilidad operativa para adaptarse a las fuertes fluctuaciones observadas recientemente. Además, el BCRA se reservó la posibilidad de realizar compras en bloque cuando sea necesario para preservar el buen funcionamiento del mercado.
En el plano institucional, Bausili anunció el fortalecimiento de la comunicación del Banco Central, con la reanudación del informe trimestral de política monetaria a partir del correspondiente a diciembre de 2025. Ese documento tendrá como objetivo explicar el análisis de la coyuntura económica, las perspectivas inflacionarias y los fundamentos de las decisiones de política monetaria.
Finalmente, el titular del BCRA ratificó la continuidad del proceso de normalización gradual de los encajes bancarios, cuyo impacto será considerado un factor relevante en el equilibrio monetario. Según indicó, las modificaciones se implementarán de manera consistente con la estabilidad de precios y la recuperación de la intermediación financiera. Con este esquema, el Banco Central busca dotar de mayor previsibilidad a la política monetaria y cambiaria, en un contexto de transición hacia una economía con mayor demanda de dinero y menor volatilidad nominal.
IMPLEMENTACIÓN OPERATIVA
En la conferencia, Bausili también explicó los criterios operativos que guiarán la ejecución del programa monetario a partir de 2026. Señaló que la calibración de la política monetaria se realizará en función de la evolución de la inflación, su vínculo con el nivel de actividad y las condiciones financieras que determinan la demanda de dinero. Mientras la inflación local se mantenga por encima de la internacional, el BCRA sostendrá un sesgo monetario contractivo respecto de la trayectoria base estimada de demanda de dinero.
Para administrar la cantidad de dinero resultante del programa de compra de reservas, la autoridad monetaria continuará utilizando herramientas convencionales y prudenciales. En ese marco, se priorizará la corrección de eventuales desvíos del equilibrio monetario a través de operaciones de mercado abierto, principalmente mediante la compra y venta de LECAPs en pesos, y de operaciones con compromiso de recompra (repos) con entidades financieras. De manera complementaria, y si fuera necesario, los encajes podrán ser recalibrados, procurando que los niveles de integración converjan a parámetros prudenciales.
Bausili detalló que las operaciones de repos pasivas se pactarán diariamente a la tasa definida por el Banco Central, tomando como referencia los valores observados en el mercado secundario de LECAPs. En un contexto de estabilidad financiera, los saldos asociados a la liquidez operativa percibirán una tasa de interés que incentive a las entidades a colocar sus excedentes en instrumentos con plazos mayores a un día y a tasas reales positivas. Asimismo, las operaciones de repos se realizarán dentro del horario de mercado y no de forma automática, descartando el mecanismo de “barrido” de saldos.
La ventanilla de pases activos permanecerá vigente con las restricciones actuales en materia de monto y plazo, y su tasa será fijada aplicando un premio sobre la tasa del mercado secundario de LECAPs de corto plazo. En paralelo, el BCRA continuará coordinando con el Ministerio de Economía la gestión de los instrumentos del Tesoro y la programación financiera, a fin de que no interfiera con la programación monetaria orientada a preservar el equilibrio de la liquidez doméstica.
Finalmente, el presidente del Central anticipó un escenario de expansión de la actividad económica y del crédito al sector privado, impulsado por incentivos de mercado. En ese contexto, y sin stocks de pasivos remunerados, el BCRA abastecerá la demanda de dinero a través de la compra de reservas internacionales, manteniendo un sesgo contractivo que asegure que la oferta monetaria crezca a un ritmo menor que la demanda, con el objetivo de seguir reduciendo la inflación.