26.12.2025 / ECONOMÍA

Reservas en rojo: el Gobierno termina 2025 con un fuerte desfasaje frente al FMI



La estrategia oficial de volver a los mercados sin acumular dólares no dio resultado y el Banco Central apuró compras sobre el cierre del año. El Ejecutivo deberá pedir un nuevo waiver por unos u$s12.000 millones.





El Gobierno nacional llegó al final de 2025 con un nivel de reservas muy por debajo de la meta comprometida con el Fondo Monetario Internacional, lo que obligó al equipo económico a analizar un nuevo pedido de dispensa ante el organismo. La apuesta inicial de generar confianza en los mercados sin reforzar previamente el stock de dólares no funcionó y dejó expuesta una de las principales debilidades del programa económico.

Según estimaciones privadas, el desfasaje respecto de la meta pactada con el FMI ronda los u$s12.000 millones, un problema que ya se había manifestado en la revisión de junio. Mientras los indicadores fiscales y monetarios en pesos mostraron prolijidad, los números en dólares volvieron a encender alarmas y marcaron los límites del esquema impulsado por el ministro Luis Caputo.

La hipótesis oficial se apoyó en una lógica financiera de corto plazo: seducir a los inversores a partir de expectativas de rentabilidad y un eventual reingreso temprano al mercado. Sin embargo, tras un primer tramo de acumulación de reservas en la primera mitad de 2024 y el alivio transitorio que aportaron los dólares del blanqueo, el riesgo país no descendió lo suficiente como para habilitar nuevas emisiones.

Aunque el acuerdo alcanzado con el FMI en abril generó una baja significativa del riesgo país y una sensación de normalización, el propio Gobierno comunicó luego que no priorizaría la acumulación de reservas para sostener el proceso de desinflación. Esa decisión fijó un piso elevado para el riesgo soberano y terminó condicionando la estrategia financiera.

Sobre el cierre del año, el Banco Central aceleró la compra de divisas para mejorar los números de las reservas, pero el esfuerzo no alcanzó para cumplir con los compromisos asumidos. El panorama dejó al descubierto una vez más la fragilidad externa de la economía y la dependencia de la Argentina de la negociación permanente con el Fondo.