El preciado cargo de administrador del Consejo de la Magistratura, con un presupuesto anual cercano a los $20 mil millones, estaba ocupado por el hijo de la jueza María Romilda Servini de Cubría, quien renunció tras denunciar presiones. Finalmente, el gobierno de Mauricio Macri consiguió designar allí a un funcionario propio: un joven de 28 años que trabajó con Horacio Rodríguez Larreta y con el cuestionado intendente de Cambiemos en Mar del Plata, Carlos Arroyo.
El nuevo encargado del dinero de la Justicia es
Agustín Cinto, de 28 años. Es licenciado en Administración de Empresas, recibido en la Universidad Católica Argentina (UCA) . Entre otras cosas, tendrá bajo su órbita los $1600 millones que se destinan mensualmente a pagar sueldos de los empleados del Poder Judicial.
Para su nuevo rol, Cinto deberá dejar la Secretaría de Planeamiento Estratégico, Evaluación y Coordinación de la Jefatura de Gabinete del gobierno porteño. Antes pasó por la Secretaría de Coordinación de Gestión y Modernización de Mar del Plata, donde quedó envuelto en la organización de la
visita de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal que terminó en un escándalo. Además –publicó Infobae- pasó por la empresa DirecTV como jefe de soporte y con siete personas a cargo durante ocho meses, y realizó una pasantía en Roche.
Su designación alteró la primera sesión plenaria del año del Consejo de la Magistratura. La oposición puso en duda su idoneidad para la función y cuestionó las
presiones que sufrió su antecesor, Juan Carlos Cubría, para dar un paso al costado.
“Cubría sufría presiones para irse. Es evidente que no quieren mejorar la gestión”, se quejó en la reunión de consejeros el diputado del Frente para la Victoria Rodolfo Tailadhe al oponerse al nombramiento de Cinto, según consignó Página 12. Incluso leyó un
tuit de la aliada de Cambiemos Elisa Carrió, en favor de Cubría.
El hijo de la jueza electoral Servini de Cubría había avanzado sobre una serie de denuncias por pagos millonarios de obras públicas en el Poder Judicial que no se concretaron, por contratos dudosos ligados al área informática y por la vulnerabilidad de los sistemas que determinan el sorteo de causas. Sus denuncias lo enfrentaron con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
