Septiembre arrancó con un nuevo aumento de combusitibles que, además de impactar a los automovilistas, se reflejará en los precios de los alimentos y productos de góndolas. Este sábado aumentaron las naftas y el disel entre un 1,5 y un 2,5%. La suba corresponde a una suba del impuesto a la transferencia de biocombustibles y al incremento de los biocombustibles.
Así,
en YPF la nafta súper pasó a costar poco más de $30 en Capital Federal, la Premium cerca de $36, el disel común a unos $26,30 y el premium cercano a los $31.
Con estos valores,
para llenar el tanque de 40 litros de un auto con nafta común, serán necesarios $1200, monto que se incrementa con la Premium, para la cual se necesitarán $1440. En tanto, el disel, que es más barato, demandará $1052.
Pero
los empresarios de los combustibles habían alertado que los valores en los surtidores estaban atados a un dólar a $25 o $30 por lo que era necesaria una actualización para alcanzar los $40. Aún no se definió el aumento en este sentido pero, según publicó Clarín, barajan una suba del 20% hasta fin de año, con un próximo aumento que tendrá un piso del 5%.