08.11.2018 / Escándalo

G25: la escuela PRO para CEOs cuya oficina paga el Congreso para ser usada por un diputado macrista

G-25 es una fundación macrista que sus integrantes describen como "semillero de funcionarios de Cambiemos" que, en campaña, se sospecha sirve de vehículo para aportes de empresarios y proveedores del Estado al oficialismo. Curiosamente, el domicilio de la "logia" coincide con el del despacho que la Cámara baja alquila para un legislador PRO. Los detalles.

por Marcelo Rielo



A pesar de que el presidente Mauricio Macri se ocupa -cada vez que cuenta con un micrófono desde la vuelta al FMI- de decir una y otra vez que hay que "ponerle el hombro" al ajuste y que es necesario reducir los gastos del Estado, parece que esa máxima no corre para los fondos que todos los argentinos ponemos para que el erario público solvente las necesidades de Cambiemos

Es que la fundación G-25, un think tank y escuela PRO para convertir CEOs y empresarios en políticos macristas cuyos integrantes describen mediante el término "logia", funciona en una oficina que la Cámara baja paga para que sea usada por el legislador de Cambiemos Álvaro González, quien ocupa el cargo de vicepresidente del bloque y llegó al Congreso como representante por la Ciudada de Buenos Aires.

En la propia página web de Diputados figura que la oficina de Álvarez en el Congreso se ubica en Av. Rivadavia 1829 2º y que su número telefónico de contacto es el 4951-9554. Se trata de un edificio que la Cámara baja alquila, como pudo averiguar Política Argentina, a un hombre de apellido De Benedictis, para ubicar los despachos de los legisladores por la falta de espacio en el Palacio y en el anexo.



Curiosamente, justo en Rivadavia 1829 2º también es la oficina de G-25. Casualmente, el contacto telefónico de la fundación PRO es el mismo que el del despacho de Álvarez. Ambos datos figuran en web de la escuela que el macrismo usa para entrenar en política a los CEOs que pretenden hacer carrera en política.



"Parece una logia", aseguró una fuente PRO que organizó encuentros del G-25 durante la campaña para las elecciones legislativas del año pasado, según publicó La Nación.

La fundación fue creada hace una década y, según distintas fuentes consignaron a PA, los conductores son el senador nacional Esteban Bullrich y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Tal como el perfil de ambos, la "logia" fue pensada para traer a la política a profesionales del ámbito privado que desearan probar suerte en el Estado.

Tiempo Argentino sostuvo hace unos días que el domicilio de G-25 figura allí desde la época en que Bullrich se desempeñaba en la Cámara Baja y ocupaba esos despachos. Si bien este último y Dietrich son los frontman, Eduardo Braun, director de Aeropuertos Argentina 2000, preside actualmente la fundación.

Formalmente, G-25 se sustenta con "aportes privados". ¿La modalidad? Los coordinadores territoriales reciben cada año la instrucción de "invitar" a empresarios que estén dispuestos a sostener la gestión de la fundación. "Los donantes deben ser personas o empresas que compartan nuestros principios", indica un documento que repartido entre los "organizadores", según La Nación. Para colaborar, los CEOs con mirada política o futuros funcionarios pagan un cubierto en las cenas de recaudación, aquellas puestas en el foco de las miradas por el robo de los sobres de papel cartón con dólares escondidos en el departamento de Gabriela Michetti.

Consultados en la fundación sobre si ponen recursos para las campañas, la respuesta es evasiva: "Se aporta a la fundación". Desde el G-25 aseguran que "hace mucho" que no organizan cenas para reunir fondos.

Sin embargo, según reveló Tiempo Argentino, existiría una trama en la cual contratistas del Servicio Alimentario Escolar históricamente vinculados al PRO que "multiplicaron sus ganancias después de realizar giros encubiertos a la campaña de Cambiemos" y ese "dinero fue triangulado a través de ONGs", como G-25.