Una ex funcionaria de
Vialidad Nacional que ocupó un importante cargo desnudó cómo fue la
operatoria de Mauricio Macri para favorecer a sus empresas a través del negocio de los peajes que investiga la justicia y que en las últimas semanas tomó nuevo impulso en la justicia. Pero no sólo eso, sino que además
reveló que para realizar esas maniobras la gestión del ex titular de ese organismo Javier Iguacel "instauró un estado de terror" con encuentros con él en persona en que presionaban a los empleados para conseguir información y ejecutar despidos.
Según publicó Página 12,
Julieta Ripoli desnudó en la entrevista que le realizaron que las maniobras para direccionar las concesiones de los peajes incluyeron la instauración de “un estado de terror dentro de Vialidad”
Según aseguró, hubo
“persecución ideológica, sindical y laboral” y despidos para quienes podían llegar a oponerse al gran negocio o tuvieran algo que ver con el kirchnerismo.
“Sentí que nos avasallaban. Instalaron un estado de policía permanente”, afirmó, pero a pesar de lo grave de las palabras, no es lo peor sino que denunció algo aún más grave. Casi como si se hubiera acordado mientras miraba su taza, disparó:
“Incluso instauraron una cosa marquetinera para atacar trabajadores que llamaron ´Un desayuno con Iguacel`".
"Para sacar información y ver a quién echaban, a quién perseguían y a quién no, hacían como una especie de desayunos. Entonces, todos los días vos te podías anotar para ir a desayunar con Iguacel. La gente, como estaba asustada, iba. Ahí te preguntaban sobre tus compañeros. Quién era quién, qué ideología tenían. Así es como fueron despidiendo gente", disparó Ripoli.
Según relató, allí
"a los gerentes directamente los apretaban: ´o me decís algún nombre o vos vas en cana`". Y continuó: "Así es como inventaron sumarios administrativos y hasta fabricaron causas judiciales para extorsionar. En mi caso me cesantearon sin sumario y después intentaron fabricarme dos, en base a declaraciones de mis propios compañeros, que los obligaron a decir tal o cual cosa. Los que ´colaboraron` fueron retribuidos con ascensos, premios o beneficios".
Curiosamente en el marco de esta grave persecución política, Vialidad Nacional es un organismo autárquico, de carácter técnico y que no forma parte de la estructura central del Poder Ejecutivo. Tiene ochenta y nueve años de historia y con agentes de carrera. Los cargos políticos autorizados por ley son sólo dos: el Administrador General y el Subadministrador. Todos los demás cargos son de carrera.
La ex funcionaria contó que
"nunca pasó algo así", y que
"según cuentan los trabajadores con más antigüedad", solamente "sintieron ese nivel de copamiento en el organismo fue durante la dictadura militar".
"Todos los gobiernos suelen intentar centralizar los organismos descentralizados, meter mano, meter gente. Pero esto nunca se vio. Entraron quince funcionarios juntos el mismo 10 de diciembre y coparon todas las áreas y hasta inventaron cargos nuevos para meter gente", denunció.
