12.08.2019 / Elecciones 2019

Cómo quedaría el espacio de Alberto y Cristina en Diputados y el Senado si repite el resultado en octubre

Si se repitiera en las generales la paliza de los Fernández sobre Macri en las primarias, Todos quedaría al filo del control del Congreso. En la Cámara baja la aplastante victoria en territorio bonaerense y los buenas números en provincias grandes dejaría a la actual oposición al filo de la mayoría simple, mientras que en el Senado habría mayoría propia reforzada con partidos locales.



Ante la brutal paliza electoral de la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner sobre el presidente Mauricio Macri y su aspirante a vice, Miguel Ángel Pichetto, en las PASO de ayer, surge el trascendental interrogante de cómo quedaría el Congreso para el Frente de Todos si lograra reeditar un triunfo de esta magnitud en las general de octubre. 

La respuesta a esa pregunta es alentadora para la actual oposición y el eventual oficialismo Alberto y CFK. Si se repitiera en las generales la paliza de los Fernández sobre Macri en las primarias, el Frente deTodos quedaría al filo del control del Congreso: mientras que en Diputados la aplastante victoria en territorio bonaerense y los buenas números en provincias grandes lo dejaría al filo de la mayoría simple de 129 integrantes, en el Senado habría mayoría propia reforzada con partidos locales.


DIPUTADOS

En el caso de la Cámara baja, si repiten las cifras en octubre Todos podría quedar al borde de la mayoría simple en diciembre, un logro político absolutamente fuera de los planes de la propia coalición opositora incluso hace días.

Los 50 puntos en la provincia de Buenos Aires, que le permitirían ganar 20 de las 35 bancas en disputa, configuran 8 más de las que pone en juego. Es decir, lo ocurrido bajo la boleta que compartieron Alberto y Axel Kicillof seria trascendental para ese escenario.



Tampoco imaginaban ganar en Mendoza, donde obtendrían 3 de los 5 diputados; o arrasar en Santa Fe y apropiarse de 5 de los 10 que se dirimen. En casi todas las demás provincias renovó las bancas que arriesgaba y hasta agregó alguna más, como en la Ciudad de Buenos Aires o Tucumán.

Con estos números, el actual  bloque FpV-PJ sumaría 77 diputados, 12 más de las que vencen mandato en diciembre, para crecer a 105 bancas. No obstante, de seguir conformado por los actuales dirigentes, cosa que parece más que descontada por los datos de la realidad actual, al Frente de Todos se le sumarían los tres massistas, dos de Red por Argentina (Felipe Solá y Daniel Arroyo) y al menos una decena de justicialistas.

De hecho, una victoria del tamaño de la de las PASO en octubre, contribuiría para repatriar a peronistas que hoy actúan como monobloque o, al menos, no trabajan bajo ningún sello colectivo en el parlamento, como el mendocino Omar Félix o la santafesina Patricia Mounier, reemplazante de Alejandra Rodenas, vicegobernadora electa de esa provincia.

La victoria apabullante en la provincia de Buenos Aires le agregó 8 diputados al kirchnerismo. Santiagueños, cordobeses, misioneros y lavagnistas le garantizarían el quórum.

Con oficio de operador político, Fernández tendría muchos teléfonos para llamar y garantizarse los 129 votos del quórum. El primero es el de Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, que podría ofrecer su bloque de 7 diputados. Néstor y Cristina Kirchner siempre contaron con sus votos y nada debería cambiar.

Hay más partidos provinciales para colaborar como los 3 del frente para la concordia misionero o los 4 de Córdoba Federal, el bloque del gobernador Juan Schiaretti, a quien Fernández prometió llamar en las próximas semanas.

Una duda que queda es cuál será la postura de los lavagnistas y ex massistas Graciela Camaño y Marco Lavagna, y del ex integrante del equipo de Verónica Magario, Alejandro "Topo" Rodríguez. 

Juntos por el Cambio, en tanto, no retrocedería casi nada, porque renueva las bancas obtenidas en la elección general de 2015, cuando no obtuvo muchos más votos que en este domingo. Tal es así que renovaría sus 45 bancas en juego y hasta sumaría alguna más y de mantener los aliados actuales  redondearía 110 bancas.

El problema que deberá enfrentar es que una derrota no garantiza la actual unidad después del 10 de diciembre. Sobre todo porque el partido que más crecerá es la Coalición Cívica, que se acercaría a una veintena de bancas al mando de Elisa Carrió, una dirigente tan volátil como impredecible.


SENADO

El único lugar en que Macri logró volver a imponer su localía fue la Ciudad de Buenos Aires. En las PASO de este domingo fue el único distrito en el que ganó la elección para senadores nacionales.

En los otros 7 festejó Alberto Fernández. Ganó en 6 y en Santiago del Estero quedó detrás de la boleta corta del gobernador Gerardo Zamora, uno de sus aliados, lo que le aseguraría tres votos en diciembre, cuando podría llegar a la mayoría simple y afianzarla con partidos provinciales, siempre dispuestos a ayudar al Gobierno de turno.



El Frente Todos sorprendió en Neuquén, donde superó a Juntos por el Cambio y dejó en un tercer lugar al Movimiento Popular Neuquino (MPN).  También ganó fácil en Chaco (con la victoria en la interna de Jorge Capitanich contra el gobernador Domingo Peppo), Entre Ríos, Salta, Tierra del Fuego y Río Negro, provincia esta última en la que dejó en un segundo lugar al frente local del gobernador Alberto Weretilneck.

De repetir esta performance, el peronismo agregaría 14 bancas y escalaría a 35, a dos del quórum, si se suman los actuales senadores del FpV-PJ, el bloque de Cristina Kirchner; y Argentina Federal, los justicialistas conducidos por Carlos Caserio.

Con las cifras de las primarias, no parece una misión imposible lograr una convivencia entre el PJ y el kirchnerismo para conseguir una mayoría simple en el Senado y armar una agenda de leyes.

Estas dos últimas fuerzas se mantienen separadas aunque sus miembros apoyaron sin matices a Alberto Fernández, quien si llega a la Casa Rosada no tardará en pedirles que trabajen en equipo.

La interacción con Cristina, que generó algunas rispideces, no sería más un problema, porque la ex presidenta sería vicepresidenta (conduciría institucionalmente el recinto) y le dejaría su lugar a Jorge Taiana. 

Alberto tendría múltiples opciones para consolidar una mayoría simple que le permita una agenda de leyes durante su primer año de Gobierno. Se presume que no le costaría conseguir la ayuda de los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, enfrentados al gobernador Juan Manzur pero cercanos a Cristina. También se anota la puntana María Eugenia Catalfamo, ladera del gobernador Alberto Rodríguez Saá y la dupla de misioneros, leales a sus gobernadores.

La actual conformación de Cambiemos sumaría tres senadores y escalaría 28 votos. Ocurre que se pusieron en juego las bancas de 2013, cuando esta sociedad no existía y no accedía a las minorías de Neuquén, Tierra del Fuego y Salta, que en octubre obtendría con las cifras de las primarias.

Tal como ocurriría en DIputados, esa unidad no sería sencilla de sostener con una derrota como la de este domingo, sobre todo porque se hay algunos aliados peronistas como el sanjuanino Roberto Basualdo, el puntano Claudio Poggi y el santafesino Carlos Reutemann.