15.09.2019 / Sociedad

"El pacto será para debatir el modelo económico y social, todo lo demás se puede discutir después"

Así lo aseguró Felipe Sola durante el encuentro que se llevó adelante en la Pastoral Social de Buenos Aires de cara a lo que será una mesa de acuerdos para empezar a levantar a la Argentina. Contundente presencia de la UIA, la CGT, los movimientos sociales y los productores agropecuarios.




La Pastoral Social Porteña llevó adelante una sólida jornada en el auditorio sindical con fuerte presencia de los distintos actores de la sociedad y la política argentina para trabajar en una mesa de acuerdos y voluntades para empezar a reconstruir el país que deja una gravísima cantidad de personas en línea de pobreza e indigencia. 

El lema de la jornada -"Un nuevo pacto social para el siglo XXI"- se ajustó a la coyuntura política atravesada por la crisis. Lo apuntó su promotor, el padre Carlos Accaputo: "Si hoy tenemos entre un 25% y un 30% de pobres son el fruto de decisiones políticas y económicas, y nos tenemos que hacer cargo todos".

Pero la figura destacada fue Felipe Solá, el dirigente del Frente de Todos habló sobre las pautas del acuerdo social que tienen en mente junto a Alberto Fernández y que trataron en su reciente viaje a España y Portugal. 
"El pacto social es la realidad que se viene si queremos ser una nación, la Argentina está en emergencia", afirmó Felipe.

Su contundencia contrastó con el tono pausado y acotado del senador Federico Pinedo, quien asumió la voz del oficialismo, en una convocatoria de la Iglesia que se extendió también a representantes de la industria, el campo y el mundo sindical.

"El pacto será para debatir el modelo económico y social. Todo lo demás se puede discutir después", lanzó Solá, al desalentar la tentación de incluir otras propuestas más ambiciosas. En ese sentido, su mensaje pudo estar dirigido también a sectores progresistas que ponen sus expectativas en el Frente de Todos.

"No vamos a hacer un acuerdo para educación, uno para salud, uno para el trabajo. Haremos un acuerdo global. Primero es lo prioritario: qué modelo económico y social queremos", y agregó que se piensa en "una propuesta corta, para uno o dos meses, para luego poder tomar medidas que no redunden en inflación. El pacto debe ser corto, durar uno o dos meses, después convertirse en ley y tomar medidas".

Por último Felipe resaltó que en un futuro Gobierno "no vamos a discutir a nadie su cultura, Que quede claro, porque pareciera que venimos a cambiarlo todo. No somos inaugurales, nadie es inaugural. Lo ha dicho Francisco". También participaron de la jornada el jefe de la UIA José Urtubey quien reclamó un "sentido federal" para el acuerdo y el presidente de Coninagro Carlos Ianizotto.



La contundencia quedó en manos de Héctor Daer, líder de la CGT, quien vinculó la crisis con los peores escenarios de 1989 y 2001. Reivindicó la construcción de "un país federal integrado y con desarrollo", y dijo que Alberto Fernández prometió en Tucumán "tributos diferenciados para los productores alejados del Puerto de Buenos Aires".

Cuando enumeraba las condiciones para la recuperación, alguien gritó: "... con patriotismo y no siendo ladrón". Daer cerró su discurso y respondió: "No alcanza con el purismo. Hay que tener voluntad política de transformar la Argentina".