10.08.2020 / Política y elecciones

Un año de las PASO en que el FDT aplastó a JXC para iniciar la vuelta del peronismo a la Presidencia

Mañana se llega al año desde que en las elecciones primarias de 2019 la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner superara por 16 puntos al entonces oficialismo, que llevaba a Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto a la cabeza de su lista. Más allá de que luego se achicó la diferencia, el resultado fue una tendencia definitiva dos meses después en las generales.




Las elecciones primarias obligatorias de 2019, de las este 11 de agosto se cumple un año en plena pandemia, no sólo significaron un hito por los 16 puntos de diferencia que el Frente de Todos, entonces opositor, le sacó a Juntos por el Cambio, sino que también marcaron una tendencia definitiva de los resultados que dos meses después volvieron a poner al peronismo gobernando en la Casa Rosada.

Esos comicios -tras 4 años de gestión de Cambiemos- implicaron la unificación del peronismo en todas sus vertientes bajo el sello del Frente de Todos, detrás del binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, que desparramó a Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto y desplazó a la alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, que buscaba la reelección.

Esa victoria fue "el anticipo de la historia que todxs lxs argentinxs comenzamos a vivir a partir del 10 de diciembre, donde se renovó la esperanza de construir un País con Justicia Social, Estado de Derecho pleno, Economía al servicio de todxs, con autonomía y firmeza en la gestión frente a acreedores extranjeros y Organismos Internacionales de Crédito", destacó hoy a través de un comunicado el Frente de Todos (FdT).

El frente remarcó que "sin el éxito en las PASO como antesala de lo que después el Pueblo votó" hoy no habría un "Estado presente que preserva ante todo la salud y que no deja de ejecutar medidas económicas, sociales, educativas y culturales que mejoran la calidad de vida de lxs argentinxs", en el marco de la pandemia de coronavirus.

"No venimos acá a restaurar un régimen sino a crear una nueva Argentina que tome en cuenta las mejores experiencias, que termine con este tiempo de mentiras y que le dé a los argentinos un horizonte mejor para el futuro", había prometido Fernández en el discurso que pronunció aquel 11 de agosto en un exultante bunker del Frente de Todos, tras conocerse los resultados.

"Los Fernández", como se conoció a la fórmula por aquel entonces, lograron un 47.32% de los votos frente al 32.28% de Macri-Pichetto.

El final de aquellas elecciones quedó estigmatizado por una insólita frase de Macri: el ex presidente, poco antes de que finalizara la jornada, había recomendado a los argentinos irse a "dormir" desde un escenario que mostró la decepción en los rostros de los postulantes de Juntos por el Cambio.

Las primarias también habían visibilizado algo que no predijeron las encuestas de entonces y que sorprendió tanto a oficialistas como a opositores: una distancia en votos imposible de remontar para Juntos para el Cambio con respecto al Frente de Todos.

"A los que nos mandaron a dormir, les decimos que se durmieron demasiado", bromeó Fernández sobre el final de su mensaje, en alusión al discurso con el que Macri asumió su derrota.

Esa noche, que hoy el Frente de Todos recordó como su "partida de nacimiento", el actual Presidente garantizó que se terminaba "el concepto de venganza, de grieta y de cualquier cosa que divida”, un concepto que la gestión de Fernández materializó en las acciones conjuntas llevadas adelante con los gobernadores de todo el país pocos meses después de asumir, para enfrentar la pandemia de coronavirus.

Hoy, el FdT planteó que aquel 11 de agosto del 2019 "ayuda a no olvidar sobre todo a lxs ciudadanxs que no nos votaron, cómo estaba el país en aquel momento y cómo está hoy, pese a todas las adversidades".

Desde el lunes siguiente a las PASO del año pasado, una corrida cambiaria sacudió la economía y esa situación llevó a que Fernández mantuviera varios diálogos telefónicos por esos días con el entonces presidente Macri.

En ese contexto, Macri, acompañado por su entonces candidato a vicepresidente, aseguró que revertiría la "mala elección” y apuntó al FdT: “Las dudas sobre la economía vienen porque ellos no despiertan confianza: el problema mayor que hoy tenemos los argentinos es que la alternativa kirchnerista no tiene credibilidad en el mundo”.

Sólo tres meses antes había sido revelada la decisión estratégica de Cristina de ser la candidata a vicepresidenta en la fórmula que encabezaría Fernández, una noticia que cambió el tablero político e impactó fuertemente en Cambiemos y en el mismo peronismo.