13.09.2020 / La economía que viene

Guzmán afirmó que el objetivo principal de la negociación con el FMI es "no enfrentar pagos" hasta 2024

El ministro de Economía habló del inicio formal de la discusión con el Fondo. También reveló cuáles son los "cinco objetivos" a los que apunta la Argentina pospandemia, que "se respetan" en los lineamientos del proyecto de Presupuesto 2021 que entra al Congreso el martes, y enfatizó que "el cepo no es una característica permanente ni estructural de la economía".




Ya con las cuentas claras en cuanto al exitoso canje con los acreedores privados en dólares tanto bajo legislación extranjera como bajo normativa local y fuera del default en que Mauricio Macri dejó a la Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se refirió a los objetivos que tiene el país para encarar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional -siguiente escollo en cuanto a la deuda insostenible heredada- y delineó cuáles son los caminos que se transitará en materia económica de cara a 2021 y la pospandemia.

En una entrevista con La Nación, el titular de la cartera económica destacó que "siempre hubo diálogo fluido con el staff del Fondo Monetario Internacional", incluso antes de su asunción en el Gobierno Nacional, y aseguró que ya se iniciarion las "negociaciones" formales con el organismo, que "van a llevar un tiempo". 

"(El proceso) ya se inició. Hubo una charla telefónica entre el Presidente y la directora gerenta del FMI, y esa misma tarde se envió la carta formal que firmé yo como ministro de Economía y que también firmó el presidente del Banco Central, para que las negociaciones se inicien. Eso ya está ocurriendo", sostuvo Guzmán. 

Consultado acerca de qué espera de la discusión con el organismo que encabeza Kristalina Georgieva, Guzmán fue contundente: "El objetivo es muy claro: primero, no queremos enfrentar pagos con el Fondo en el período de 2021 a 2024".

"Recordemos que cuando la Argentina se endeuda con el FMI, en 2018, la premisa del gobierno que nos precedió era que esto iba a restaurar la confianza en los mercados financieros internacionales y que, de esta manera, iba a reducirse el costo del crédito, con menores tasas para poder acceder a un fondeo, repagar ese crédito y seguir con el programa económico que estaba implementado. Claramente, eso no sucedió; la economía profundizó sus problemas y la recesión se acentuó. Ahora, nosotros tenemos que bajar eso. El programa estará basado en que no hay estabilización posible sin recuperación económica", explicó el ministro. 


PRESUPUESTO 2021

Si bien Guzmán afirmó que no puede "andar dando precisiones" acerca del proyecto debido a que será enviado al Congreso este martes, dejó claros algunos de los lineamientos que se conocieron la semana pasada. 

"Va a ser una ley basada en un conjunto de principios. El primero es que es un presupuesto de transición macroeconómica que apunta a la recuperación de la actividad. Lo que buscamos es tener la posibilidad de darle un estímulo a la economía, pero el tamaño está limitado por las restricciones de financiamiento. Vamos con un esquema de incentivos a la economía en todo lo que se pueda, pero siendo respetuosos de las limitaciones de financiamiento. Vamos a anunciar un número concreto de déficit fiscal primario", aseguró.

El ministro consintió que ese número sería 4,5% del PBI, pero con "una redefinición de prioridades, porque el gasto de capital se duplica respecto del de 2019", por lo que "va a ser de 2,2% del producto, y este es un rubro fundamental para la recuperación, porque hay un multiplicador macroeconómico grande asociado a la expansión de la obra pública".

En ese sentido, el funcionario señaló que espera "que el financiamiento por parte del Banco Central vaya bajando" y que apunta "a que el financiamiento sea en moneda propia, en pesos". 

Interpelado acerca de quien "habló de un ´plan Marshall criollo`" (Juan Grabois), Guzmán respondió que el "objetivo central es tranquilizar la economía, y se va a dar sin planes ni promesas rimbombantes, porque eso no ha dado resultado positivo para la Argentina", en referencia al estilo de la gestión de Juntos por el Cambio.

"Esto es un plan para la recuperación económica dentro de un marco de consistencia macroeconómica. Por supuesto, se asume que la pandemia cede, porque de lo contrario deberemos adecuar los planes presupuestarios, y nos hemos reservado la posibilidad de hacer ajustes si no cediera. Asumiendo que la pandemia cede, ya no necesitamos gastos que eran para esta situación, y se pronostica un aumento de los ingresos fiscales consistentes con la recuperación de la actividad; aumenta el gasto en capital y por supuesto que Salud, Educación, Innovación y Desarrollo van a tener una partida mayor", dijo.

Por eso, oficializó que si la pandemia sale de plano el año próximo, los programas de emergencia como el IFE y el ATP desaparecerán, y reveló cuáles son los cinco objetivo para la pospandemia, que coinciden con los lineamientos del proyecto de Presupuesto 2021. 

"Saliendo de esa situación, vamos hacia una Argentina que apunte hacia cinco objetivos: inclusión social, que requiere crear trabajo; dinamismo, que requiere agregar valor a la producción; estabilidad, que requiere que el país a medida que se recupera genere condiciones para que las exportaciones crezcan y no volvamos a chocar con un problema de falta de dólares; equidad regional, para que el desarrollo sea federal, y soberanía económica, para ser dueños de nuestro destino. Esos cinco objetivos se respetan en el Presupuesto", aseguró Guzmán. 


CEPO Y DÓLAR

El ministro negó que existan "internas" en el Gobierno respecto de la supuesta necesidad de endurecer el cepo cambiario, particularmente con el Banco Central que conduce Miguel Pesce.

"No (hay internas). Hay una discusión, que es sana y que siempre se requiere que exista, porque así se logra tener un espacio de políticas públicas que sea producto de reflexiones. Hemos venido acompañando todo el proceso de reducción de tasas de interés, que cuando asumimos estaba en 62% en el caso de la tasa de referencia de las Leliqs y ahora está en 38%. Eso era parte del objetivo para que las empresas, sobre todo las pymes, asuman condiciones crediticias distintas. Obviamente que la pandemia llevó a que esto se viera alterado"; respondió.

Luego, particularmente descartó a las restricciones cambiarias a la compra y venta de divisas, es decir el cepo, como política estructural. 

"El cepo claramente no es una característica de la economía permanente ni estructural, sino algo que está presente porque se está resolviendo un problema de crisis macroeconómica. Recordemos que el cepo fue instalado por la administración anterior en un momento de suma volatilidad", sostuvo Guzmán.

Y explicó cuál es el objetivo respecto de eso de la gestión de Alberto Fernández: "Nosotros apuntamos a un horizonte en el cual haya otro esquema de regulaciones de la cuenta de capital, no como el del gobierno anterior que eliminó prácticamente la cuenta de capital, pero sí que haya regulaciones macro prudenciales para favorecer la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país, pero desfavorecer la entrada de capitales especulativos que generan inestabilidad macroeconómica en vez de generar más capacidad productiva. Limpiar los efectos de la bicicleta financiera ha sido uno de los objetos de nuestra política, pero para llegar a eso hay que generar robustez, resiliencia, y hay que acumular reservas internacionales".