
Luego de que Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convoque a un paro nacional en hospitales públicos en apoyo a la situación de los trabajadores del Garrahan, el Gobierno repudió la medida y apuntó contra los profesionales que se sumen: "Están violando obligaciones básicas". "Los hospitales nacionales expresamos nuestro absoluto repudio al accionar del gremio ATE, que se niega a acatar la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, y continúa impulsando medidas que implican el abandono de pacientes en instituciones sanitarias públicas", expresó el Ministerio de Salud a través de un comunicado difundido a través de las redes sociales.
En el mismo, calificaron la medida como "grave y deliberada" y señalaron: "El derecho a la salud de los argentinos no puede ser rehén de intereses políticos y gremiales". "Esto no es una medida gremial: es una extorsión política disfrazada de reclamo", añadieron.
En ese punto, aseguraron que el gobierno de Javier Milei "avanza en un proceso de ordenamiento, eficiencia y recuperación de la misión sanitaria real en todos los hospitales". "Cada peso recuperado del despilfarro y de los privilegios, se destina al personal de salud que cumple, al equipamiento y al cuidado de los pacientes", mencionó la circular.
Luego, sostuvo que los profesionales de la salud "no tienen derecho a incumplir una obligación" y expresaron que quienes "eligen no asistir a sus funciones están violando obligaciones básicas que afectan directamente a personas vulnerables y ponen en riesgo la continuidad asistencial". "Los hospitales nacionales no son campos de batalla gremial. Son lugares de atención, vocación y compromiso. Y no vamos a permitir que unos pocos sigan perjudicando el funcionamiento de todo el sistema por defender intereses propios", concluyó el mensaje de la cartera que lidera Mario Russo.