Tras la oficialización de Darío Wasserman como nuevo presidente del Banco Nación en reemplazo de Daniel Tillard, el Gobierno designó a Carolina Píparo a la conducción del Banco Nación al formalizarla como miembro del directorio, una decisión que implica su salida de la Cámara de Diputados y su desembarco en el área financiera de una de las principales entidades del sistema bancario estatal.
La incorporación de Píparo quedó establecida a través del Decreto 907/2025, publicado en el Boletín Oficial, que aceptó la renuncia de Rodolfo Carvajal y confirmó el recambio en el directorio, en sintonía con la reorganización impulsada por el Ejecutivo en organismos considerados sensibles para la política económica.
El movimiento se inscribe en una serie de cambios más amplios en la estructura del Banco Nación, que incluyeron la salida de Tillard, con vínculos con el peronismo cordobés, y el ascenso definitivo de Wasserman, hasta ahora vicepresidente de la entidad, un esquema que consolida el peso político del entorno de Karina Milei en el banco público.
Desde el Gobierno destacaron que la nueva conformación del directorio garantiza la continuidad del rumbo adoptado durante la gestión libertaria, con énfasis en el crédito al sector privado, la reducción del financiamiento al sector público y una mayor participación del Banco Nación en el mercado financiero.
En ese marco, la conducción entrante deberá enfrentar el debate pendiente sobre la transformación del Banco Nación en sociedad anónima, una iniciativa impulsada por el Ejecutivo que permanece frenada por una medida judicial y que, según sostuvo la gestión saliente, forma parte del objetivo de que la entidad “vuelva a desempeñar plenamente su rol como banco”.