26.05.2020 / La herencia que perjudica en la pandemia

Alberto criticó al macrismo por el "marketing" en su política carcelaria y la falta de obras en el conurbano bonaerense

El Presidente y el Gobernador anunciaron la construcción de 12 Unidades Sanitarias en cárceles provinciales, que implicarán la creación de un total de 2 mil nuevas plazas. "No voy a dejar pasar la oportunidad de construir un país más justo", dijo el mandatario, que le pegó a la política carcelaria de Cambiemos y expuso a la mala gestión del ex intendente PRO Martiniano Molina en Quilmes.




“Si somos gente digna, no podemos permitir que esta situación de desigualdad se profundice. Pero no va a haber magia del mercado que lo haga, lo tenemos que hacer nosotros. Tenemos una suerte: en medio de tanto dolor y entre tanta pena, tenemos la suerte de que ese país más justo nos tocó construirlo a nosotros. Y yo no voy a dejar pasar la oportunidad”. La frase de Alberto Fernández define el propósito que asegura tener la gestión del Frente de Todos y fue expresada hoy por el Presidente en su discurso en un acto junto a Axel Kicillof e intendentes bonaerenses, en el que revitalizó la discusión sobre las cárceles y las condiciones de hacinamiento que convierten a los centros penitenciarios en un peligro en medio del brote de coronavirus y anunció la construcción de 12 Unidades Sanitarias en cárceles provinciales, que implicarán la creación de un total de 2 mil nuevas plazas.

En ese sentido, el mandatario sostuvo: “La pandemia dejó la muestra de la desigualdad en la que vivimos, lo primero que debe enseñarnos es que vivimos en un país injusto y ahora nadie tiene excusa de decir ‘no me di cuenta’, porque todos lo vimos".

Por eso, según señaló, “el desafío no es mano dura o mano blanda”, ya que "encarcelar a todos y no construir cárceles no tiene sentido, es todo marketing”, disparó en referencia a la política del gobierno anterior -con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal a la cabeza- para el sector carcelario.

“Tener ahora en las cárceles personas en riesgo y que el Estado no reaccione es un acto inhumano. Y nosotros abrazamos la política porque la humanidad es lo que nos importa”, completó Fernández.

El mandatario realizó esa reflexión minutos después de que el gobernador Kicillof anunciara la creación de un total de 2.000 nuevas plazas en el Servicio Penitenciario Bonaerense: 650 nuevas, que se suman a las 1.350 que informó hace unas semanas.

Por este mismo aspecto y por lo que ocurre con las villas porteñas ante la pandemia del coronavirus y comienza a evidenciarse en el conurbano, con el caso testigo del barrio Villa Azul, en los límites de Quilmes y Avellaneda, una gran parte del discurso del Presidente puso énfasis en la desigualdad que se observa en la Argentina.

“Decimos vivir en un país federal, pero en los hechos actúa como unitario; con un Estado que acumula y distribuye con cierta discrecionalidad y gobiernos provinciales que toman y distribuyen con discrecionalidad. Lo que necesitamos es un sistema que distribuya a cada uno lo que corresponda", aseguró.

Luego de esa introducción, el mandatario hizo foco en el distrito bonaerense: “Uno se pregunta por la provincia de Buenos Aires, que produce el 41% del PBI, que tiene una densidad demográfica impresionante y ha crecido como ninguna provincia en los últimos 30 años, por qué le toca lo que le toca”.

“Buenos Aires sigue recibiendo no solo habitantes del Norte sino de países hermanos, que llegan a un lugar que no tiene los recursos para poder desarrollar en condiciones de dignidad la vida de cada uno”, remarcó el jefe de Estado, con lo que también reabrió una larga discusión sobre la distribución de recursos que, antes de la Covid-19, lo tenía en una negociación con Horacio Rodríguez Larreta y la situación de privilegio en fondos que tiene la Ciudad.

El mandatario expuso que lo que ocurre "con el coronavirus, que queda concentrado en el AMBA, demuestra cuál es el efecto real del hacinamiento y sus consecuencias", y cuestionó a aquellos sectores que puede "ver semejante diferencia tan cercana y no reaccionar”.

Por eso, según Alberto, algún día habrá que sentarse a discutir “cómo hacemos para que la Argentina deje de ser un país riquísimo en el centro y pobrísimo en el Norte y en el Sur; cómo hacemos para que los que están en el Norte encuentren la posibilidad de vivir, disfrutar y morir en el mismo lugar donde nacieron".

"Ese es el desafío que la pandemia nos exige”, reclamó, y allí criticó duramente la falta de obras de infraestructura que hubo para el conurbano bonarense durante los gobiernos de Macri y Vidal, con un claro ejemplo en el mandato de Martiniano Molina, ex intendente de Quilmes por Cambiemos.

"En Villa Azul (el barrio bonaerense que fue aislado) están las dos Argentinas”, advirtió el Presidente, ya que un sector de ese barrio pertenece a Avellaneda -mucho más desarrollado, con más accesibilidad a servicios- donde está “el barrio que se construyó con condiciones dignas, en el que el contagio es infinitamente menor" qen comparación con "la zona más débil de ese mismo barrio”, que pertenece al partido de Quilmes, donde hasta finales de 2019 gobernó Juntos por el Cambio y ahora conduce Mayra Mendoza, del Frente de Todos.