02.10.2019 / Elecciones 2019

“El gobierno de Macri puso en jaque a la ciencia": el diagnóstico del referente de Alberto en CyT en Diputados

En un encuentro realizado en la Cámara baja, Fernando Peirano criticó la gestión de Cambiemos y destacó la necesidad de un proyecto de desarrollo tecnológico. También participaron del debate la ministra de CyT de Santa Fe, una investigadora del Conicet y un funcionario de Ciencia y Tecnología PRO, a quien cruzaron con datos lapidarios. Mirá el video.



La ciencia y la tecnología son instrumentos capaces de producir cambios sociales. Uno de los indicadores que distingue a los países poderosos de los más pobres es el nivel de producción y utilización del conocimiento. ¿Qué lugar ocupa en la Argentina la producción científica y tecnológica? ¿Qué proponen las diferentes fuerzas políticas que se postulan en las elecciones de octubre? En este marco se debatió en el “El Futuro de la Ciencia”, un encuentro organizado en la Cámara de Diputados por la Red de Periodismo Científico (RADPC).

Participaron del debate en la Cámara baja el referente de ciencia y tecnología del Frente de Todos, Fernando Peirano; Erica Hynes, ministra de CyT de la provincia de Santa Fe; la doctora Ana Franchi, investigadora del CONICET; y nada más y nada menos que un representante de la gestión de Mauricio Macri: el actual subsecretario de Planeamiento y Políticas de Ciencia y Tecnología, Jorge Aguado, a quien cruzaron con datos lapidarios.

Se ha vuelto común que los dirigentes políticos, no importa su identidad partidaria, mencionen en sus discursos la importancia de la ciencia y la tecnología. Es casi una regla de etiqueta. Lo interesante es confrontar los dichos con los hechos.

Aguado, el funcionario de Juntos por el Cambio, dijo que “hoy la ciencia es una política de Estado”. Sostuvo que en los cuatro últimos años hubo “una continuidad” respecto de los años anteriores, porque “se mantuvo a los mismos funcionarios”, en referencia a Lino Barañao, que fue ministro de Cristina Fernández de Kirchner y hoy es secretario de Macri.



“Tengo una mirada muy distinta de estos cuatro años”, respondió Peirano, y argumentó que "desde el primer día el gobierno de Mauricio Macri, más allá de la crisis que nos llevó a la vuelta al FMI, nos sometió a una triple crisis, presupuestaria, institucional y de recursos" y agregó que "hubo destrato, desinterés, y ataques de trolls”.

Aguado argumentó que “más allá de la situación económica por la que atraviesa el país, y que es muy difícil”, el gobierno de Cambiemos asumió la tarea de “priorizar a la ciencia y la tecnología por encima de otras carteras", con "un crecimiento presupuestario del 210 por ciento en los últimos cuatro años”, que es, según los datos que miraba en su computadora portátil, “similar al de los cuatro años anteriores”.

“Tengo otros números”, contraatacó Franchi, “en cuanto a inversión en el año 2015 CyT, que cayó en un 38 por ciento”. Según explicó, esta falta de inversión “se ve en nuestros laboratorios y las unidades ejecutoras que atraviesan una situación muy dificultosa”, “los subsidios se han convertido en nada, en cuanto al salario hemos perdido muchos becarios y personal administrativo están por debajo de la canasta básica”.

“Venimos perdiendo presupuesto y esto se ve reflejado en la producción científica. Tenemos problemas de infraestructura, problemas en el día a día, muchas obras interrumpidas, hacinamiento en los institutos, con el tema salarial la situación es más que complicada, está por debajo de la inflación”, sostuvo Franchi.
 
En la misma línea, Peirano agregó: “Han puesto en jaque la idea de hacer ciencia en la Argentina, y se han vuelto a reproducir las condiciones para que vuelva a expulsarse a los investigadores”.

Señaló que la situación es “entre grave y gravísima”, desmintió varios de los datos que dio Aguado y mencionó que el porcentaje del presupuesto nacional para CyT “cayó del 0,35% al 0,23% del total desde 2015 a la fecha”. El economista del Grupo Callao, think tank de Alberto Fernández, señaló que la caída de los recursos alcanza el 42 por ciento.

En el mismo sentido, describió la pérdida de instrumentos de asistencia para las empresas innovadoras. “Hubo acciones tibias, descoordinadas y sin continuidad y se borraron los 8 años de avances”, dijo, y añadió que hoy al sistema científico argentino “le faltan unos 500 millones de dólares para funcionar”, además de mencionar a los más de 2000 jóvenes investigadores que no pudieron ingresar a la carrera.


IDEAS PARA EL FUTURO PRÓXIMO

Hynes advirtió que más allá de los innegables problemas presupuestarios, es innegable el carácter eminentemente político de los problemas de desarrollo de los sistemas científicos y tecnológicos tanto en Argentina como en el resto de América Latina, donde el conjunto de la inversión en CyT representa apenas un 3 por ciento del total mundial.

En referencia a cuál debería ser el papel del Estado como motor del desarrollo, Aguado advirtió que la Argentina “invierte desde el sector público porcentajes similares a los de China, Italia o Irlanda”, y consideró que durante el próximo período el Estado debería mejorar la articulación entre su sistema científico y tecnológico y los sectores productivos y de la empresa.

“Hubo un Estado ausente”, disparó Peirano como respuesta, y precisó: “Se debilitaron los espacios colegiados de decisión, no se siguieron las leyes como la nuclear y la satelital aprobadas por el Congreso. El Conicet no logró un funcionamiento normal, tampoco el Cofecyt, a pesar del reclamo de las provincias, se alteró la relación con las universidades, hubo una total ausencia de iniciativas.”

En cuanto al futuro inmediato, el hombre fuerte de Alberto en CyT sostuvo que es prioritario los investigadores recuperen “la tranquilidad y el horizonte”, con un Gobierno “que deje atrás la idea de que el pensamiento crítico es un obstáculo”.

Para Peirano, la prioridad es “tener un presidente que crea en la ciencia y la tecnología argentina". Y enfatizó: "Tenemos que ponernos como meta superar las restricciones estructurales que tenemos frente al crecimiento. Restricciones económicas y sociales. Necesitamos superar la falta de dólares, la desigualdad y la falta de pleno acceso a la educación y la salud. Tenemos que volver a encender la economía, volver a poner en marcha la rueda de la producción y el trabajo. Debemos preguntarnos de qué manera el sistema de ciencia se va a hacer cargo de estas prioridades. Porque no se solucionan solo desde la macroeconomía sino también desde programas micro sectoriales puntuales".

Frente a nuevos paradigmas como la industria 4.0 o la bioeconomía el sistema nacional de ciencia y tecnología debería convertirse en “desarrollador”. De acuerdo con el enfoque planteado por Peirano, el rol del Estado debe pasar “de ser un bombero a ser el articulador” que apoye a empresas PyMEs y cooperativas para generar nuevos sectores con nuevos empleos y empresas. Además, “hay que generar un diseño interinstitucional que sea capaz de atender a 15 mil pymes por año”.

Según Heynes, el principal problema es político, por eso la prioridad es que “una política de desarrollo económico, humano y social para el país genere una agenda para la ciencia del país" y "conectar la tecnología con la economía, con políticas innovadoras para lograr nuevos resultados”.

En el mismo marco, expresó que “la política científica no puede ser la política del Conicet", ya que se necesita "una política superada que incluya a las universidades".

Franchi, por su parte, también planteó como sus tres prioridades "rejerarquizar el área y volver a contar con un Ministerio”; federalizar, ya que “muchas provincias que no llegan a 100 investigadores cada 100 mil habitantes, hay provincias ganadoras y perdedoras, y eso hay que solucionarlo; y como el tercer punto “articular, tanto el sistema de ciencia como con el sistema productivo y la población en general".

“Argentina, a pesar de los vaivenes, ha logrado establecer un subsistema de ciencia pero no tenemos subsistema tecnológico, un esquema integrado de capacidades y resultados. Así como formamos doctores, tenemos que acordar una estrategia para formar profesionales e investigadores en tecnología y establecer criterios transversales para evaluar las iniciativas tecnológicas”. Para los desafíos que tenemos que enfrentar en cuanto a desarrollo, seguramente no alcanza con tener un INVAP, tenemos que pensar en que áreas y con qué recursos replicamos la experiencia. Quizás necesitamos impulsar 10 INVAPs para transformar nuestra estructura productiva. Frente a la complejidad del escenario actual y de la trama de relaciones del sistema de ciencia y tecnología, el desafío dijo es construir “políticas más sofisticadas” a partir de la bases que tenemos", concluyó Peirano.