31.12.2018 / Entrevista exclusiva de balance anual

Robba: "Gradualismo era el Gobierno metiéndote la mano en el bolsillo sin que te dieras cuenta, 2018 fue shock"

El coordinador de la Carrera de Economía de la Universidad Nacional de Moreno se expresó de una manera contundentemente negativa respecto del desempeño de Cambiemos este año. “A Macri en la economía de 2018 le pongo un 1, tiene un aplazo completo”, sostuvo.

por Marcelo Rielo



El coordinador de la Carrera de Economía de la Universidad Nacional de Moreno, Alejandro Robba, criticó de forma contundente el desempeño de Cambiemos este año y bochó al Presidente con una dura calificación. “A Mauricio Macri en la economía de 2018 le pongo un 1, tiene un aplazo completo”, sintetizó.

“Las consecuencias que tuvimos en 2018 se gestaron en 2016 y 2017. La crisis de 2018 tiene un origen en el alto endeudamiento externo argentino, pero también en las malas políticas económicas que se aplicaron y hay que sumarle la mala praxis en la resolución de la crisis que generaron por todo el manoseo con la política cambiaria durante el año”, explicó Robba.

En esa línea, describió como "lo más bravo que ha pasado en este 2018" al hecho de que "los sectores de las empresas no pueden seguir sosteniendo los niveles de caída de ventas sin despedir personal", por lo que "muchas, después de intentar suspensiones o baja de salarios, comienzan con una política de desempleo que hizo que durante el año el empleo formal en la Argentina cayera en 120 mil puestos de trabajo".

“En esta metáfora de ponerle nota a la economía de Macri, el FMI fue el recuperatorio. Porque no te va a resolver nada, pero te hizo ganar tiempo”, señaló.


-Para el Gobierno, en declaraciones públicas de funcionarios, nadie podría haber advertido que esta fuerte crisis iba a llegar porque, dicen, "éste es el único camino posible".

Decir que ningún economista había dicho que esto iba a pasar es un argumento falaz. Todos veníamos advirtiendo, aun economistas cercanos al Gobierno, que el proceso de alto endeudamiento iba a provocar lo que provocó: que en un momento el mercado internacional iba a dejar de prestar. Porque la aplicación de una deuda exacerbada a aplicaciones financieras y al gasto corriente y no a lo productivo, iba a generar esto. La diferencia significativa es que para los economistas heterodoxos los problemas fiscales terminan siendo también un problema externo, y para los economistas del Gobierno el tema del déficit fiscal es el que determina todos los males de la economía argentina. Por eso apuntaron a acabar con el déficit fiscal interno con el objetivo del ajuste, que termina armando un déficit mayor porque ya vemos lo que está pasando con la recaudación. Por el otro lado, también reemplazar el financiamiento en pesos por financiamiento en dólares, como hizo el Gobierno, a partir de toma de deuda en moneda dura en lugar de utilizar financiamiento interno tanto con la emisión monetaria en pesos, hizo que en el corto plazo esos dólares, después de una devaluación, te impacten en el sector fiscal y te aumenten el déficit fiscal. La insustentabilidad macroeconómica que tuvo el Gobierno arrancó ni bien empezó el mandato con una suerte de cambio total de paradigma, en intentar cambiar un modelo que crecía con el mercado interno por un exportador de materia prima que da como resultado este cambalache.


-¿Cuál fue la consecuencia más complicada de este proceso que describe y, tal vez, la más novedosa respecto de 2016 y 2017?

Creo que lo más bravo que ha pasado en este 2018 es que los sectores de las empresas, tanto de servicios como industriales, no pueden seguir sosteniendo los niveles de caída de ventas sin despedir personal. Por eso muchas empresas, después de intentar suspensiones y baja de salarios, comienzan con una política de desempleo que hizo que durante el año el empleo formal en la Argentina cayera. Se perdieron 120 mil puestos de trabajo. De esos la mayoría son puestos industriales. Lo grave en términos políticos es que de esos 120 mil, 45 mil están en Capital y Gran Buenos Aires, mayoritariamente en Gran Buenos Aires. Por eso las fluctuaciones económicas extremas que se van a vivir en los próximos meses van a estar mucho más concentradas en la zona del conurbano bonaerense, que también se reflejan en lo político en términos de la baja preferencia allí hacia el gobierno nacional y el de (María Eugenia) Vidal respecto de lo que tenían en 2016.


-¿En qué lugar podemos colocar al regreso al endeudamiento con el Fondo en el marco de esta analogía entre el desempeño de Macri con la economía y un examen?

En esta metáfora de ponerle nota a la economía de Macri, el FMI fue el recuperatorio. Porque no te va a resolver nada, pero te hizo ganar tiempo.


-Uno comete muchísimos errores al ser evaluado antes de llegar a la instancia de un recuperatorio...

Un elemento central del Gobierno en cuanto a errores, es que creo que la idea de gradualismo de Cambiemos no tenía que ver con si ajustaba gradualmente el gasto o no. El gradualismo era cómo hacía el Gobierno para meterte la mano en el bolsillo sin que te dieras cuenta. Eso pasó en 2016, que como era año no electoral te metió bastante la mano en el bolsillo. En 2017, te devolvió un poquito. Y la idea era meterte la mano en el bolsillo en 2018 de forma que no te dieras cuenta, pero la crisis autogenerada hizo que hoy todos sepamos que éste era el programa de shock, sólo que no pudo hacerlo gradualmente. Hoy sabemos que era transferir ingresos de los sectores populares y medios a las grandes empresas.


¿Y 2019, EL AÑO EN QUE SE DEFINE SI CONTINÚA O NO MACRI EN LA CASA ROSADA?

-¿Qué va a pasar el año próximo? Según el Gobierno, a partir de una cosecha gruesa positiva o no tan mala como la de este año con la sequía, el segundo trimestre va a ser el inicio de un cambio en la tendencia negativa.

El Gobierno dice que el año que viene la economía va a caer sólo un 0,15%, cuando todo el mundo sostiene que la caída va a estar alrededor del 2 o 3%. Creen que la caída de todos los indicadores de inversión la va a compensar el aumento de las exportaciones en un 20%. Es ilusorio pensar que las exportaciones vayan a crecer un 20%. Aun si eso ocurriera, el sector agropecuario genera el 7% del Producto Bruto Interno (PBI). Por lo tanto, no te puede cambiar para nada los indicadores, como por ejemplo el empleo. No hay ningún motor encendido para que haya crecimiento a partir del segundo trimestre del año que viene.


-Bueno, en términos literales el macrismo habla de "remontada".

Creo que si bien no va a tener en términos estadísticos una caída de la economía tan abrupta como la de este año, no va a haber un rebote de números positivos, sino que las caídas van a ser menores. Ahora, en términos de tendencia, no va a parar de crecer el desempleo ni los números de pobreza, porque es una economía que se está cayendo, no hay corrección de fondo y no van a compensar esa caída con gasto público porque dejaría de recibir los fondos del FMI, que es lo único que le interesa al Gobierno para sostener hasta las elecciones una economía que pueda seguir pagándole a los acreedores externos.


-¿Le importa más al Gobierno pagarle al FMI que contener una hipotética crisis social?

El Gobierno está caminando en un sendero muy estrecho entre que se avive en forma abrupta el conflicto social y la posibilidad de no poder honrar los compromisos externos. Porque si bien hoy pareciera que están calzados los desembolsos del Fondo con los pagos de deuda, si vos tenés una corrida y nadie te renueva los bonos en dólares o todos los plazos fijos que tiene la gente en pesos los pasan a dólares, esos dólares que estaban destinados al pago de deuda se van para la dolarización de las carteras. Y eso ha pasado en todos los procesos electorales, y no creo que en éste no pase. Justamente porque, y es donde la política empieza a hacer su trabajo, es probable que esta salida de capitales se acelere si la oposición tiene la posibilidad de ganar las elecciones.