Mientras Mauricio Macri ruega en Nueva York por que el Fondo Monetario Internacional le entregue el desembolso de los USD 5.400 millones, incluso participando de una reunión con los representantes de ese organismo David Lipton y Alejandro Werner en la que no estaba prevista su presencia,
la ex directora gerente del FMI Christine Lagarde eligió para hablar de la grave situación que atraviesa la Argentina una frase que usan los médicos cuando mueren sus pacientes.
"Hicimos lo mejor que pudimos en ese momento", afirmó en declaraciones a la agencia Bloomberg la abogada francesa que en noviembre asumirá al frente del Banco Central Europeo (BCE), que además fuera quien firmó con Macri el pacto de endeudamiento por USD 57 mil millones y de quien el líder PRO pidió a los argentinos que se enamoraran.
La sentencia, inevitablemente, fue interpretada de inmediato como el mensaje de preparación de un médico que está a punto de informarle a los deudos que su familiar acaba de morir a pesar de todos los intentos por mantenerlo con vida.
En la misma línea, Lagarde había asegurado días atrás a la agencia AFP que "nadie estaba dispuesto a dar financiamiento al gobierno" de Macri y que sin el crédito stand by "la Argentina estaría mucho peor".
"Argentina tocó a nuestra puerta", se lavó las manos y aseguró que la crisis argentina sería mucho peor si el FMI no hubiera intervenido.
"¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos estado ahí? ¿Si no hubiéramos hecho nada? Creo que habría sido mucho peor. Para mí no hay dudas al respecto", explicó.
Al ser consultada por los medios de comunicación franceses, la ex titular del Fondo lamentó que "el inmenso crédito no pudo sofocar la inflación del país".
Lo cierto es que el gobierno de Macri endeudó a la Argentina en más de 57 mil millones de dólares de los cuales ya se insumieron más del 85% en fuga de capitales.