07.10.2019 / Juntos por el Cambio

Modo salida: Esteban Bullrich llevándose vasos de whisky del Congreso y funcionarios PRO buscando trabajo

Según versiones periodísticas, en los últimos días importantes dirigentes PRO comenzaron a hacer las valijas con sigilo y salieron a buscar trabajo. Un caso paradigmático del clima que se vive, a pesar de que su mandato no vence, parece ser el del ex ministro de Educación, que se llevó de su despacho seis vasos de la bebida espirituosa y hasta una hielera. Mirá el documento.



Como si el modo despedida no hubiera ya sido evidente en algunas apariciones públicas de los máximos exponentes de Juntos por el Cambio tras la paliza de las PASO, se conoció en los últimos días que importantes dirigentes políticos del oficialismo comenzaron a hacer las valijas con sigilo y a competir entre sí por quedarse con puestos de trabajo en el sector privado, a contracara de las marchas del #SíSePuede que arenga Mauricio Macri.

A pesar de que su mandato no vence este año, ya que fue electo senador nacional en 2017, se filtró un documento que es revelador del clima: Esteban Bullrich pidió autorización a las autoridades del Congreso y se llevó de su despacho seis vasos de whisky y la “correspondiente” hielera.

"Informo por medio del presente que se retira de mi despacho 6 vasos de whisky y su correspondiente hielera de mi poder", firmó Bullrich, el primer ministro de Educación de la Nación bajo la gestión de Mauricio Macri, según el documento que dio a conocer Digamos. 



Según un artículo de ámbito.com, el pedido -tramitado a través de un memorando dirigido al área de Seguridad y Control- no es más que un signo del golpazo de las primarias y el camino a las generales que habrá en 20 días: todas las encuestas sentencian que Macri y María Eugenia Vidal se van.

Los consultores, a lo sumo, pelean por quién adivina los puntos de diferencia entre el primero y el segundo. Distinto fue el 2015, donde el postulante ganador se alzó con el premio mayor por apenas un miles de votos.

Otro dato inquietante se ventiló desde una importantísima firma de reclutamientos laborales de la city porteña. La “head hunter” lanzó una convocatoria para un puesto jerárquico en una compañía del sector privado de primer nivel y la respuesta que tuvo fue predecible: recibió decenas de currículm de actuales directores, subsecretarios y hasta secretarios de las administraciones pública nacional y bonaerense, que no dejan de pensar en su futuro luego de las elecciones del 27-O.

El triunfo de los amarillos cuatro años atrás obligó a ejecutivos de diversos rubros a volcarse a la función pública. Muchos debieron conseguir casas, mudarse a otras provincias, cambiar el domicilio, el colegio de los chicos o soportar largas horas arriba de una combi para llegar a sus nuevos trabajos. Ahora pareciera que esos calvarios llegan a su fin. Todo vuelve atrás. Se comenta en los pasillos de los organismos que los altos funcionarios no buscan solo refugio para ellos mismos, sino para sus secretarios y asesores, también en el limbo y con temor. La mayoría apunta retornar al ámbito empresarial. La máxima preocupación hoy es la de ensayar una salida elegante del poder.