25.09.2017 / Economía

Cambiemos el bolsillo: sin cláusula gatillo este año y no más de 16% para las paritarias 2018

A pesar de que desde que Macri llegó a la Casa Rosada los sueldos nunca le ganaron a la inflación, el Gobierno prevé que la suba de precios final estará por debajo del nivel de los acuerdos salariales alcanzados en 2017, por lo cual decidieron no habilitar la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones. ¿Qué pasará en 2018?



La administración Mauricio Macri viene llevando su slogan "Cambiemos" también al bolsillo de los argentinos. En 2016 el promedio de aumentos fue del 30%, mientras que el incremento de precios (sin datos oficiales porque el INDEC arrancó su medición en mayo) se ubicó arriba del 40%. Ahora, se viene el cierre de un ejercicio 2017 que tuvo paritarias alicaídas, inflación superior a la esperada y cláusulas gatillo en stand by, y también llega el momento en que el Ejecutivo PRO debe pensar en 2018. ¿Qué decidirá hacer el Gobierno con lo que pasó este año y con lo que será el próximo?

Pues bien: a pesar de que desde que Macri llegó a la Casa Rosada los sueldos nunca le ganaron a la inflación, el "equipo económico" del Gobierno prevé que la suba de precios final estará por debajo del nivel de los acuerdos salariales alcanzados en 2017, por lo cual ya decidieron no habilitar la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones y, además, desde Jefatura de Gabinete, el emporio de Marcos Peña, tienen la mente que las paritarias 2018 tenga un desplomado techo de entre 15 y 16%.

Según Ámbito Financiero, el peor escenario en materia de inflación, cuando en enero se conozcan los datos definitivos, llegaría al 22%. Incluso los macristas más optimistas la esperan (en la comparación interanual de diciembre) por debajo del 20%. Es decir, muy por encima del 17% que Federico Sturzenegger puso en el Presupuesto 2017. Sin embargo, y a pesar de que recién en los primeros días del próximo año estarán los números certeros, Macri y su "ala económica" ya tomaron una decisión: salvo casos particulares, el Gobierno no piensa "apretar" la cláusula gatillo que figura en la mayoría de las negociaciones paritarias.

La famosa cláusula gatillo es la que le permitía a los sindicatos que el aumento salarial pactado para todo el ejercicio tuviera una reapertura en las negociaciones si la inflación superaba el alza de precios anualizada medida por el INDEC que maneja Jorge Todesca. Según los resultados que espera el Gobierno, si el incremento salarial se ubica por debajo de la inflación, el gremio estará autorizado a negociar un plus. Si está por encima del dato final, no se habilita esa discusión. 

Según la información que se maneja en el Gobierno, la mayoría de los acuerdos salariales firmados por el Ministerio de Trabajo de Jorge Triaca, se ubicarían por encima de la proyección del IPC para este año. El promedio del que habla el Gobierno sería incluso superior al 22%. Si se sumaran además los "bonus" no remunerativos que incluyeron muchos gremios, el incremento sería aún mayor.

Salvo no más de 10 sindicatos, el resto deberá esperar para ver si sus aumentos salariales están o no por encima de la inflación. ¿Los más complicados? Los petroleros, plásticos, gastronómicos y trabajadores de estaciones de servicios que firmaron acuerdos que, en principio y ante la duda respecto de la actitud del Ejecutivo, podrían pensar en reabrir sus acuerdos.

Con un espíritu muy generoso en las oficinas de la Rosada respecto de una relativa victoria electoral del 22 de octubre que potenciaría una posición de más fuerza que la exhibida en 2016 y 2017, y con confianza en que el dato final del IPC del INDEC no superará un 22% en inflación, el porcentaje que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tendría en la cabeza es un incremento salarial de entre 15 y 16% para el próximo año, con una inflación final que se ubicaría en ese mismo nivel.

El mensaje de paritarias (muy) a la baja estará destinado, fundamentalmente, a los empleados públicos, incluyendo los docentes, que deberían aceptar aumentos en sus sueldos de no más de 15%. Otra medida que quiere estudiar el Gobierno es la posibilidad de adelantar al primer trimestre del próximo año, las negociaciones paritarias en los trabajadores que dependan del erario público. 

Si se cumpliera la proyección inflacionaria esperada por el oficialismo para 2017 el balance para los salarios continúa siendo negativo. Si se toma en el "empate técnico" de ese año y que en 2016 el promedio de pérdida de poder adquisitivo fue de entre 10 y 15%, el cambio en la era Macri para los sueldos aún seguirá muy por debajo del alza de la inflación